Ha pasado la
semana del orgullo católico. Me entero de que ha muerto
Corín Tellado y me acuerdo de mi abuela, lectora infatigable de sus novelitas que, en aquellos siniestros tiempos de desierto literario, se intercambiaban por una "perra gorda" en el estanco.
Tomada de Unión de Ateos y Librepensadores
Las procesiones han tomado las calles, algunas a horas muy intempestivas. Menos mal que en Zaragoza hay al menos un cartel que recuerda otras opciones, cosa que me parece que no sería posible en Sevilla o en otras ciudades, andaluzas y no andaluzas. Los que pueden huyen de ellas rumbo a vacaciones diversas. Los que no, nos quedamos en casita y procuramos no ver la tv, no sea que aparezca alguna virgen con puñales o algún cristo sangrante y terrorífico.
Tan terroríficos como los
fantasmas de Camboya, como los brujos que persiguen al negro albino
Moszi o como los terremotos del centro de Italia y el cretino de su presidente.
PD: Lo que resucita es esta bitácora que estaba hibernando. Se aclara no sea que vayan a creer lo increíble... ;-)