Ethica more cybernetica

La violencia machista es la que se ejerce contra las mujeres por ser mujeres. Ha sido y sigue siendo una miríada de pequeñas historias de humillaciones y sometimientos, de dominación y sumisión por el miedo y el terror. Él no descansa hasta que la mata, porque cree que es dueño de su vida y que si ella no se somete a su voluntad no merece la vida. Ellas pagan las humillaciones, vejaciones y sometimientos a los que él ha sido sometido en el mundo masculino por los más fuertes que él, y humilla y castiga a los que son más débiles que él. Un ex-novio o ex-marido, o uno camino de serlo, se convierte en un peligro para muchas mujeres y la causa más frecuente de estos delitos. "La maté porque era mía" sigue siendo un buen resumen de una gran parte del chorro constante de casos de violencia contra las mujeres que nos llegan día a día a través de los medios de comunicación. Hoy toca hablar de esto. Y todos los medios lo hacen.

En Canarias-Ahora.com de hoy se publica un articulo sobre La Izquierda y el Movimiento Feminista que viene a ser una interesante colección de citas para 'demostrarnos' que el feminismo y el marxismo son lo mismo. Muy "convincentes" los escolásticos argumentos de autoridad. Estamos en el siglo XXI. Marx murió antes de acabar el XIX y Lenin, Trotsky y demás escribían y actuaban en la primera mitad del XX. ¿Qué dice la izquierda hoy? ¿Sólo repite lo que dijeron los santones?

El feminismo no es sólo marxismo. Hay un feminismo liberal y hay feminismo socialista no marxista. Lo malo de las, y los, feministas marxistas es que creen sinceramente que marxismo y feminismo son lo mismo, y primero son marxistas y después feministas. Y los marxistas, además de sus abundantes textos sagrados, tienen unos hábitos de comportamiento político según los cuales sólo ellos y ellas están legitimados para cualquier cosa y, especialmente, para ostentar cualquier cargo o liderar cualquier iniciativa. Esa creencia en que tienen el monopolio de la legitimidad también la comparten las marxistas feministas. De tal modo que, con esa identificación de feminismo y marxismo, no se puede ser una feminista 'de verdad' a menos que se sea marxista. Ergo, quien no es marxista no es verdadera feminista. Este afán por tener una verdad, un catecismo y un manual de operación recuerda a los predicadores religiosos que tanto abundan últimamente tratando de pescar adeptos.

La izquierda real, los hombres y mujeres que se identifican como de izquierdas en Canarias y en otras partes, han tenido que acomodarse mal que bien a las reclamas feministas y ello ha supuesto importantes estragos emocionales y personales. Mal que bien se ha comenzado a construir un nuevo 'pacto doméstico' o modelo de relaciones entre hombres y mujeres. Muchos hombres superan la minusvalía doméstica fruto de una educación materna machista que no lo preparó para esas tareas sino para esperar que una mujer las hiciera. El feminismo abrió las puertas de la libertad para las mujeres. De la libertad política primero, a través de las sufragistas que reclamaban el derecho al voto y el derecho a la ciudadanía, y de la libertad individual completa después: derecho a decidir sobre su cuerpo y su vida. Esa es la amenaza para los machistas. Y eso también ha obligado a redefinir la masculinidad y los modelos de 'ser hombre' aprendidos (mamados habría que decir) por los niños durante generaciones, que implicaban unos correspondientes modelos de 'ser femenina' para las mujeres.

Sigue habiendo demasiadas víctimas de la violencia contra las mujeres. Y siguen las mujeres en importantes proporciones soportando la "doble jornada", sufriendo la mayor parte de los acosos sexuales en el trabajo y siendo objeto de desvalorización constante de sus personas. Sigue siendo cierta la afirmación de que "las mujeres han de demostrar el doble que los hombres para que les reconozcan la mitad". La pobreza, el SIDA, la violencia sexual se ceban más en las mujeres.

No está mal que haya un día para recordarlo. Aunque todos sepamos que con un día no basta, el dedicarle un día alivia mucho la conciencia.