La vista de los videntes
Ayer mismo, domingo, en uno de esos suplementos que dan al comprar el periódico, aparecía el famoso vidente y futurólogo español Octavio Aceves dicendo que el hijo de los príncipes de Asturias iba a ser niño y se llamaría Carlos. Pues bien, ni niño ni Carlos y a ver qué dice ahora este señor que tan bien "ve" el futuro.
Lo más simpático de todo es que Aceves antes había dicho que iba a ser niña, pero, como él mismo decía en la revista, últimamente le había venido la visión de que iba a ser niño y se llamaría Carlos. No sé si será que ya el "vidente" padece de cataratas y sus "videncias" son borrosas o que Aceves, como el resto de las españoles, conoció los rumores de estos últimos días en los que se decía que el hijo de los príncipes iba a ser varón, y se los creyó apresurándose a corregirse para no quedar en ridículo, que es lo que le ha pasado de todos modos: un ridículo espantoso.
Los monárquicos tradicionalistas partidarios de la ley sálica deben estar decepcionados con el sexo de la recién nacida. Los periodistas, obsesionados como están por el share, ya andan diciendo que "ha nacido una reina". Pobre niña, con tantas expectativas pesando sobre ella antes de que ella misma pueda expresar su voluntad.
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