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El Navegante que, en este año que se acaba, la blogosfera ha crecido en España y en el mundo de modo exponencial. MSN Spaces, el sitio de Microsoft para los blogs, ya anunció el mes pasado que contaba con dos millones de espacios en España. Dice El Navegante que la cifra de diarios personales se acerca a los 19 millones, aunque sus fuentes se ciñen a un estudio de MSN Spaces. De Blogalia, nuestro alojamiento, no dice nada.
La encuesta realizada por MSN a 700 usuarios -que a saber cómo se ha muestreado- da pistas sobre el perfil del blogger español: un 65% son hombres con blog desde el último año y un 43% escribe sobre su vida personal y sus intereses.
Encuestas y estudios aparte, la existencia de los blogs permite un espacio de comunicación e interacción social más allá de los canales habituales, sean digitales o no. Aunque siempre queda la duda de que alguien nos lea, la posibilidad de que esto suceda siempre está abierta. Y, como me comentaba anoche un amigo, las bitácoras no dejan de tener un componente 'adictivo' que causa su 'mono' cuando no se obtiene la dosis, es decir, cuando se nos cae la electricidad o la conexión, o cuando lo escrito parece que no ha sido leído por nadie, pues nadie comenta.
Lo que no acabo de comprender muy bien es lo de los diarios, en el sentido tradicional de "querido diario, hoy me he levantado de buen humor y una llamada de mi jefe me lo ha estropeado", o cosas aún más íntimas. Claro que, cuando hay quien pone una webcam en su dormitorio para que quien quiera lo o la pueda ver en plan gran hermano, lo que quede de intimidad y de pudor parece ser bien poco. Y nada da más morbo y satisface más a la portera que todos llevamos dentro que ver la intimidad de los semejantes, pues ella nos da la medida de la nuestra.