Ayer informaba
La Opinión de Tenerife que una clínica estética de Barcelona iba a administrar el tratamiento de Meléndez de dieta + polvos (sin especificar para qué los va a recomendar, si para adelgazar o para curar otras enfermedades). Hoy informa ese mismo
periódico que Eligio Hernández lleva a los tribunales al Ministerio de Sanidad por prohibir su producto.
Aumenta la maraña jurídica. Eligio Hernández ya tiene recurrida la decisión de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias y ahora el Ministerio de Sanidad. Mientras, gracias al juez del totum revolutum, la prohibición es inefectiva y sólo sirve para que la Consejería de Sanidad se guarde las espaldas en caso de que a algún paciente de Meléndez le pase algo gordo y se le ocurra denunciarlos.
Eligio mientras tanto, además de recurrir todo lo recurrible, ha trabajado duro y bien para legalizar el tingladillo que se había montado Meléndez al margen de la ley. Hoy el IMC es una empresa legal, con sus médicos y todo lo que haga falta. Estamos seguros de que ahora sí cumple todos los requisitos para ser una consulta nutricional y seguir dispensando los polvos a diestro y siniestro. No sólo en Tenerife sino en todo el territorio nacional, pues la atención que al caso le han prestado tanto los periódicos de tirada nacional como cadenas de TV como Tele5, ha tenido como resultado que la demanda de los polvos curalotodo se haya disparado.
Además, la web del
Instituto del Metabolismo Celular sigue teniendo una oferta de financiación de becas y proyectos de investigación y parece que algún instituto universitario de la ULL ha recibido financiación por parte del IMC. La web del IMC es bastante opaca respecto a los beneficiarios de la convocatoria de 2005 -que es la que aparece en la web- y respecto a los criterios de adjudicación de la financiación. Se habla de una Comisión Científica que valorará los proyectos, pero se desconoce su composición y los criterios que se usaron para la financiación. La web lleva meses "en construcción" y sin actualizarse. Y sin dar sus señas: dirección, teléfonos, horas de atención y esas cosas. Una pena, porque así algunos blogs que nos hemos ocupado de este fascinante caso nos hubieramos ahorrado el chorro de comentarios pidiendo los teléfonos de la consulta.
Como los recursos están en la vía de lo contencioso, es de suponer que tardarán lo suyo en resolverse, con lo que la continuidad de las actividades de Meléndez está garantizada, el negocio sigue dando sus dividendos y está calmado el nerviosismo y la agresividad de los pacientes que temieron quedarse sin polvos. Los escritos de los
comités de ética de la investigación clínica a la opinión pública han sido contestados por un médico de la Intersindical Canaria, que venía a decir que con lo mal que está la sanidad canaria -cosa que nadie niega- lo de Meléndez es una bendición, y por la creación de otra asociación de médicos que recetan los polvos y no quieren saber nada de comités de ética en la investigación clínica.
La cosa parece que va para largo, pero por ahora Meléndez 2, Sanidad 0.