Del 25 al 27 de mayo se celebró en Barcelona el
I Encuentro Estatal de Estudios de la Ciencia y la Tecnología que congregó a estudiosos de la ciencia y la tecnología procedentes de diversas disciplinas humanas y sociales: sociología, filosofía, psicología social y antropología entre otras. Era la primera vez que se celebraba en España una reunión dedicada específicamente a los que nos ocupamos de la ciencia y la tecnología, pues anteriormente aprovechábamos los diversos congresos, como el de la
Federación Española de Sociología, para intercambiar puntos de vista y crear un poco de "comunidad". Como del encuentro salió la intención de crear una
red y algún blog, como el de
Edgar, ha reseñado el evento, me limitaré a manifestar aquí mis esperanzas de que la red cristalice en un nuevo encuentro y de que el relativismo que impregna desmedidamente a las perspectivas CTS vaya menguando a favor de otros enfoques más productivos sobre la ciencia y la tecnología. En suma, que los postmodernismos vayan atemperándose y que surjan nuevas perspectivas de investigación que no sean tan deudoras de Foucault y de Latour, que parecen ser los grandes inspiradores de la mayor parte de los trabajos expuestos en las jornadas.
Lo que es digno de mención aquí sobre el Encuentro es que se celebró en los locales de la
Cosmocaixa, ese gran museo de la ciencia de Barcelona que tan bien dirige Jorge Wassenberg. Entre las cosas curiosas del museo, está la figura de cera de Einstein que recibe al visitante y a la que no le falta sino hablar.
Rodeado de las más importantes fórmulas científicas de todos los tiempos, entre las que no falta la del cálculo del interés compuesto (aunque no vi las supuestas fórmulas del metabolismo de Meléndez ;-)) ), el Einstein de cera es sólo la primera sorpresa que recibimos al entrar en esta catedral moderna de la ciencia.
Siendo imposible hacer justicia a todo lo que podemos ver y tocar, sobre todo tocar, porque el museo está muy orientado hacia los escolares de todas las edades que son asiduos visitantes (en los tres días del encuentro fueron numerosos los colegios que allí pasaron el día), la estrella del museo fue para mí esta reconstrucción de Lucy que habita, con otros antecesores del homo sapiens, en la parte dedicada a la materia civilizada.
Espectacular también es la reconstrucción del bosque amazónico -el bosque inundado-, cuyos árboles son artificiales pero los animales que lo pueblan no.
Coincidió en esos días una exposición de Paisajes Neuronales, hecha como homenaje al centenario de la concesión del premio Nobel a Santiago Ramón y Cajal y que recoge sus enseñanzas: mirar por el microscopio y dibujar, o fotografiar, los bellos y complejos mecanismos de las neuronas
Otra exposición temporal es la de los Iguanodones, con preciosos esqueletos y una muestra de las distintas hipótesis y teorías que han tratado de explicar cómo vivían y caminaban estos dinosaurios, cuyos esqueletos proceden del Museo de Ciencias Naturales de Bélgica.
Una cosa al margen es que mientras que en el resto de España, a través de radios y televisiones, nos tengan un poco hartos del tema del Estatut y de Rovira y Maragall, en Barcelona no oí una palabra al respecto, pues con tanta cosa que ver y que disfrutar no se pierde un minuto con los medios de comunicación.