Suena un poco arcaico en este tiempo y en este país que se persiga la libertad de expresión. No sucede con frecuencia, todo hay que decirlo, pero sucede de vez en cuando. Y basta que suceda una vez para que sea necesario defender la libertad de expresión como un bien tan necesario como el aire que respiramos o el agua que bebemos.
Por eso quiero desde este blog expresar el apoyo público al historiador José Manuel Castellano Gil, perteneciente a la plantilla de los
Museos del Cabildo de Tenerife, ex director del Museo de Historia de Tenerife, que es objeto de acoso laboral y amenaza de despido por ser coautor de un libro que no gusta al poder insular.
El libro se titula "El paraíso según Adán. Veinticinco años de caciquismo autonómico" y recopila artículos de Castellano Gil y del periodista Ramón Pérez Almodóvar, publicados principalmente en dos medios digitales canarios:
CanariasAhora.com y
Canarias Digital. Los artículos son de temática muy variada, pero tienen en común que son críticos con las acciones y políticas de la ATI (Asociación Tinerfeña de Independientes), que es la fuerza hegemónica en Coalición Canaria, al mando en el Cabildo de Tenerife y en el Gobierno de Canarias. Se da la curiosidad -y lo señalo por si hay lectores no canarios- de que el actual presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, fue el anterior presidente del Cabildo de Tenerife, siendo el actual presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, el brazo derecho y el izquierdo de Adán Martín cuando éste reinaba en el Cabildo. El actual Gobierno de Canarias "heredó" mucha gente del equipo de Adán Martín en el Cabildo, para emprezar su consorte, que es ahora Viceconsejera de Turismo (se ocupaba de eso en el Cabildo también) y su cuñada, que es ahora Viceconsejera de Cultura (y se ocupaba de eso también en el Cabildo) por citar sólo lo más escandaloso.
De lo que se cocía con este caso tuvimos noticia hace algún tiempo por un artículo de Ramón Afonso, publicado en
CanariasAhora.com con el título
Guerra preventiva de Coalición Canaria contra la libertad de expresión. Afonso fue durísimo:
"Aunque el control sobre los medios de comunicación y de la producción artística es feroz por parte de Coalición Canaria y allegados -nada se hace sin su beneplácito- nadie de estos "democráticos" alumnos de Joseph Goebbels se había atrevido a tanto como Fidencia Iglesias y su compañeros. Estos no queman libros, los editan y los dejan reposando en salones oscuros sin que les de la luz de una mirada curiosa; no le cosen los labios a los juglares, pero le censuran sus vídeo clip como a Kakó. No amarran con grilletes y cadenas a los escribas insumisos pero le intentan destrozar la vida a quien, como José M. Castellano Gil, no le da la gana de callar. La libertad de expresión esta bajo mínimos en Canarias, pero también lo está la cordura, el sentido común, los derechos laborales, la justicia social, el derecho a una vivienda digna, la sanidad, la educación..."
Poco después fue la presentación del libro objeto de represalias, por parte de sus dos autores en el Club Prensa Canaria de Las Palmas de Gran Canaria. Suetonio habló de ello en
Scripturae Publicae con el título de
Adán al desnudo.
Entiendo que a los de ATI no les guste el libro y que ni siquiera uno de los numerosos artículos de denuncia y de crítica sea de su agrado. Pero estamos en democracia y hay libertad de expresión. Por eso hay que denunciar la persecución de Castellano Gil por parte del Cabildo de Tenerife, de la que se hace eco hoy
La Opinión de Tenerife. En la entrevista, al preguntarle por el origen del expediente que le han abierto, Castellano Gil dice:
"-Son unos artículos de opinión publicados en Canarias ahora.com por mí y por el periodista Ramón Pérez Almodóvar que se recogieron meses después en el libro El Paraíso según Adán. Tres personas (Rafael González Antón, director del Museo Arqueológico de Tenerife; Carmen Dolores Chinea Brito, directora del Museo de Historia; y Antonio Vela, del Centro de Fotografía Isla de Tenerife) presentaron una denuncia ante la Gerencia del OAMC por ofensas." No es bobería la cosa:
"-Defenderé mis derechos, pero el daño queda hecho porque con una mancha en mi expediente, sólo con que me sancionen, quedo imposibilitado para presentarme a cualquier plaza de oferta pública. Estaría vetado en la Administración para siempre."
A diferencia de lo que le sucedió a Alí Lmrabet en el vecino Marruecos, en Canarias no se encarcela a nadie por publicar cosas que no son del agrado del poder. Las represalias son más sutiles: se les priva de sus medios de vida, se les hace la vida imposible. Escribir en Canarias puede ser una actividad peligrosa.