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    Maledictio sobre la yihad

    El Papa Ratzinger, coronado Benedicto 16 y apodado por los impíos Maledicto 16, ha levantado olas de indignación en el mundo islámico por unas afirmaciones en las que decía que todo lo que Mahoma trajo fue "el mal, como su comando para expandir con la espada la fe que predicaba". El Papa, que utilizó los términos "yihad" y "guerra santa" durante su discurso, añadió que "la violencia es incompatible con la naturaleza de Dios y del alma", como informa El País o ABC. No sólo en diversos países islámicos se han reunido Parlamentos y altas instituciones exigiendo una rectificación y una disculpa, sino que las comunidades islámicas de Francia e Inglaterra han hecho lo mismo.

    Caligrafía Yihad web


    El Vaticano dice ahora que no quiso ofender y que lo que quiso expresar era su rechazo a usar la violencia con motivos religiosos. Procediendo de un ex jefe de la versión moderna de la Inquisición, no deja de ser tranquilizadora esta aclaración del Vaticano. ABC recoge la opinión de un sociólogo italiano, Renzo Guolo, quien dice que la metida de pata del Papa católico se debe a "su hostilidad al "relativismo religioso" y denota el principio básico de que sólo el cristianismo llega a "la plena verdad"."

    El problema es que por la otra parte, la hostilidad al relativismo religioso es aún mayor. Cabe preguntar si es compatible el relativismo con la religión y cabe responder que no. Si se cree en una religión es porque al creyente le parece que es la verdadera y que las otras están en el error, son paganos o herejes. Salvo el budismo, que es una religión muy sui generis, la mayor parte de las religiones más importantes en número de fieles, son contrarias al relativismo religioso y a admitir que otros credos pueden ser tan verdaderos como el de ellos. Otra cosa es que se proteja y se practique la tolerancia religiosa en los países donde residen los fieles y eso permita una convivencia pacífica entre religiones diversas. Pero al interior de cada una de ellas se tiende a extremar las señas de identidad, en el dogma y en la moral y los ritos. Y todas ellas consideran al ateísmo y el laicismo como una actitud deleznable, condenable y execrable.

    Vamos a ver si el enfado se calma pronto y los fieles ofendidos se dan por satisfechos con las explicaciones del Papa. Especialmente en algunas teocracias.


    Postdata:
    Quiero añadir que apoyo el derecho del Papa y del Vaticano a decir lo que quiera sobre la yihad. Es más. Comparto su idea de que no deben usarse las creencias religiosas como excusa o justificación para la práctica de acciones terroristas o violentas en general. Pero no porque éstas sean incompatibles con la idea de Dios, sino porque el valor y el respeto a la vida humana está por encima de las doctrinas, sean éstas de la índole que sean.

    2006-09-15 22:58 | Categoría: Sociopatologias | 44 Comentarios | Enlace

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    Comentarios

    1
    De: Pirx Fecha: 2006-09-16 00:27

    Es curioso que los padres fundadores de los Estados Unidos de América no eran cristianos. Entre las sectas que se refugiaron en las colonias estaban los unitarios. El unitarismo es un tipo de creencia no del todo definida, que oscila entre el deísmo y un cristianismo no demasiado comprometido con la revelación. De hecho, algunas variantes no están más cerca del cristianismo que de otras religiones, sean "del libro" o no, incluso el budismo.

    Esta corriente ha tenido una gran influencia en USA desde su fundación. Al parecer Washington, Jefferson y compañía eran mayoritariamente unitarios, y más tarde Franklin y varios otros presidentes. Después ha habido numerosos librepensadores, como Emerson, que han tenido una gran importancia en el movimiento hippie.

    En los "países católicos" por el contrario, la religión ha estado completamente identificada con la doctrina de la iglesia católica. Pero ese exclusivismo no tiene por qué ser así necesariamente. El budismo es otra religión que tampoco es demasiado celosa, como se ve en el sincretismo según el país: asociado con el zen en Japón y con el hinduísmo en la India.



    2
    De: JoseAngel Fecha: 2006-09-16 18:37

    O sea, que sí que niegas la mayor de Benedicto, que el cristianismo sea íntrinsecamente más racional que el Islam o superior a él... Además, disientes con él al decir que la idea de Dios es perfectamente compatible (según demuestra la historia) con la práctica de la violencia. Pero, si no defiende la superioridad del dogma católico el Papa, ¿quién la va a defender? La misma existencia de ese Papa y ese dogma es una ofensa para otros candidatos a la verdad absoluta, si se molestan en pensarlo... como ellos lo son para el Papa y los católicos. No hace falta ni que abran la boca para decir nada.



    3
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-17 01:23

    El mensaje 2 es copia-pega del diario fascista digital freedon, versión COPE.

    Como de costumbre, el facherío inimitable en el copy-paste.

    Al parecer, la conspiración islamo-progre-etarra otra vez ataca al Vaticano, raíz profunda de la libertad, la democracia y los derechos humanos, que como todo el mundo sabe defendió a capa y espada durante la guerra civil española al lado del adalid de la democracia, la libertad y tolerancia que fue el caudillo Franco.

    Hablando de todo un poco, ¿un tal Juan Carlos I, no es amigo íntimo de la familia real saudí, máxima exportadora y financiadora mundial del wahabismo, la rama mas radical e intolerante del Islam? ¿Tenemos al enemigo en casa?

    ¿Propondrán a continuación lanzar una cruzada para reconquistar los santos lugares? Los ocupados por los palestinos, claro. Los otros son intocables.

    Lo que hay que ver.

    Saludos cordiales



    4
    De: Teresa Fecha: 2006-09-17 02:16

    Sí, Eduardo, últimamente hay un anónimo copypasteando artículos o ripios fachosillos, pero los borro en cuanto los veo.



    5
    De: pepesaa Fecha: 2006-09-17 14:18

    este incidente cobra una luz distinta si pensamos que ambos "bandos" estan ajustando una vez mas las reglas del juego para poder seguir jugando.

    Vease la charla de James P. Carse sobre la religion como juego infinito

    en video
    http://video.google.com/videoplay?docid=-962221125884493114

    en audio
    http://media.longnow.org/seminars/salt-0200501-carse/salt-0200501-carse.mp3



    6
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-18 18:33

    ¿Que tendrán las tres religiones "del libro", para ser las mas cañeras del planeta?

    Tal vez la respuesta está en "el libro". Antiguo Testamento para los cristianos. Hay caña a doquier.

    Tremendo.

    Saludos cordiales



    7
    De: Teresa Fecha: 2006-09-18 22:56

    El mensaje 2 al que se refiere Eduardo ha sido borrado. El número 2 de ahora, el mensaje de JoseAngel, era antes el 3.



    8
    De: José García Dominguez Fecha: 2006-09-19 10:53

    Progres ante el islamismo

    La hora de los héroes


    Porque ellos no temen a las sórdidas mazmorras del Vaticano. Ni a la cruel ferocidad de las Teresianas. Ni al fanatismo asesino de los Carmelitas. Ni a la insaciable sed de sangre de los Cartujos. Ni a la ira ciega de los Franciscanos. Que nadie lo dude, esta vez volverán a ser valientes; incluso, más que valientes, temerarios. Y denunciarán a pecho descubierto al Papa de Roma, sin importarles los terribles riesgos a los que habrán de exponerse. Pues, esta vez, que no lo dude nadie, nada los frenará. Nada. Ni siquiera esa entrecortada súplica de prudencia que siempre susurra el instinto de conservación ante el límite del abismo. Porque ellos no temen a las sórdidas mazmorras del Vaticano. Ni a la cruel ferocidad de las Teresianas. Ni al fanatismo asesino de los Carmelitas. Ni a la insaciable sed de sangre de los Cartujos. Ni a la ira ciega de los Franciscanos. Ni siquiera al irracional delirio genocida de los Agustinos.

    Y es que ellos son así: audaces, bravos, osados. Idealistas. Por eso, aun a riesgo de sus propias vidas y haciendas, a los inteletuales de Pepiño no les temblará el pulso a la hora de redactar la inminente fatwa del PSOE contra Benedicto XVI. Igual que tampoco les ha faltado saliva para escupir al alimón sobre la tumba de Oriana Fallaci. Esa misma saliva que tragaran cuando se ejecute la condena a muerte de los yihadistas que pesa sobre Abdel Arman al-Rashed, el periodista musulmán que escribió este editorial en el diario saudí Asharq al-Awsat:

    "Es un hecho que no todos los musulmanes son terroristas, pero es igualmente cierto que todos los terroristas son musulmanes. Los que secuestraron a los niños de Beslan eran musulmanes. Los que mataron a los doce nepalíes eran musulmanes. Los que hicieron saltar por los aires los complejos residenciales de Riad y de Coba eran musulmanes. Los que capturan rehenes y los degüellan son musulmanes. Los que realizan los ataques suicidas son musulmanes. Ben Laden es musulmán. Sus lugartenientes, sus consejeros, sus peones son musulmanes. ¿No nos dice eso nada sobre nosotros mismos y sobre nuestra sociedad?

    El jeque Yusuf al-Qaradawi, padre de dos jóvenes que, protegidas por la policía inglesa, estudian en la descreída Gran Bretaña, justifica y aprueba los asesinatos de civiles americanos en Irak. Me pregunto cómo haría para mirarle a la cara a la madre de Nick Berg. Me pregunto también cómo puede pensar que vamos a creerle cuando predica en la televisión que el Islam es una religión de paz, de misericordia y de tolerancia. Nosotros los musulmanes estamos enfermos. Realmente enfermos, y de una enfermedad muy grave.

    Una enfermedad de la que tendríamos que curarnos. Pero para curar una enfermedad, es necesario primero diagnosticarla, admitir que se tiene. Y nadie lo admite. Nadie confiesa estar enfermo. No podremos limpiar nuestro nombre si no reconocemos que el terrorismo se ha convertido en una indignidad totalmente islámica, en nuestro monopolio exclusivo. No podemos redimir a nuestros jóvenes si no nos enfrentamos a los jeques que para dotarse de legitimidad juegan a revolucionarios o a pseudo revolucionarios y envían a la muerte a los hijos de los demás. Pero a sus propios hijos, en cambio, los mandan a estudiar a las universidades americanas o europeas..."

    Lo dicho, ha sonado la hora de nuestros héroes.



    9
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-19 18:39

    Quizá el enemigo que señala el anterior panfleto, no sea el real. Quizá alguien quiera que pensemos que esos son el enemigo para distraernos de otras cosas peores. Quizá nadie recuerde como eran las fronteras coloniales hace cien años. Quizá interesa poco saber que las potencias coloniales eran Gran bretaña y Francia (entre otras). Quizá no se quiera recordar quien marcó esas absurdas fronteras y quien créo Irak o Kuwait o Siria o Líbano (los mismos). Quizá nadie se acuerde de quienes son los grandes amigos de Arabia saudí, amigos petroleros (los mismos mas USA). Tampoco parece hacer gracia saber quien ha puesto y despuesto gobernantes en todos esos países durante años o ha apoyado a regímenes corruptos y sanguinarios (mas de los mismos). Tampoco hablando de islamismo nadie se acuerda de quien intrigó (Francia)como nadie para poner o deponer como a Jomeini en Iran . Tampoco vendría mas ver a quien beneficia semejante miedo al mahometano (ídem de ídem). O mas recuerdos, quienes han invadido en los últimos años a quienes, porque mahometanos no eran los invasores precisamente, mas bien cristianos y judíos.

    Es curiosa la amnesia. Que bien viene a algunos botarates que no sepa Historia o no se viaje o no se conozca mas que a través de simplezas tópicas. Que bonito es para muchos salvapatrias y salvamundos, el vender odio continuamente. Que tampoco vendría de mas pensar a quienes beneficia ese odio y esas ganas de guerra o prepararnos para ella.

    Que bonito es vender miedo. Una especialidad del facherío de toda la vida: crear un problema y luego acudir a "solucionarlo" caiga quien caiga y sacar algunos dolares de beneficio.

    Saludos cordiales



    10
    De: José María Gómez Ros Fecha: 2006-09-19 23:27

    ¿Saben aquel del hombre que le dice a otro: “como vuelvas a llamarme violento, te doy un puñetazo”? Pues no parecen muy distintas las protestas, las amenazas y la quema de pancartas con la imagen de Benedicto XVI, llevadas a cabo en respuesta a su mención de un diálogo acaecido en el siglo XIV acerca de Mahoma. Reaccionar de forma iracunda y amenazadora no es la mejor forma de rebatir una crítica a la imposición de una determinada fe por medios violentos; es una manera de apoyarla.

    No hay nada por lo que pedir disculpas, ni nada de lo que retractarse ¿o es que solo puede decirse lo que agrada al interlocutor, aunque eso implique ocultar o desvirtuar los hechos? Nada hubo de ofensivo en lo dicho por Benedicto XVI. ¿Son todos los musulmanes violentos e intolerantes? Absolutamente NO. ¿Es el Islam una religión perversa, amenazante o inhumana en sí misma? NO, tampoco. Ahora bien ¿hay un germen de intolerancia y violencia en algunos aspectos del Islam y en algunos de sus seguidores? Pues me temo que SÍ. Y no me refiero solo a las palabras, a las menciones a la guerra contra a los infieles comparadas con frases como: “vuelve tu espada a su sitio porque todos los que empuñen espada, a espada perecerán” (Mt. 26, 52). O a la preponderancia de la ley coránica frente a la recomendación de: “devolved al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” (Mt. 22, 21). Me refiero a hechos concretos y actuales.

    ¿Se imaginan a algún Ayatolá de los que han proferido opiniones infinitamente mas desaforadas que Benedicto XVI pidiendo disculpas por haber ofendido al mundo no musulmán? ¿conocen algún país de mayoría musulmana que se declare oficialmente aconfesional (no digamos ya laico)? ¿se imaginan que se pueda hacer una película como “La vida de Brian” (Terry Jones, 1979) con Mahoma como protagonista? ¿o escribir un libro como “La tournée de Dios” (Jardiel Poncela, 1932) con Alá en lugar del Dios cristiano? Pues mientras estas preguntas tengan respuestas negativas, el discurso de Benedicto XVI no solo es pertinente sino imprescindible si se desea un dialogo auténtico entre las distintas religiones y no simplemente una mera aquiescencia frívola y demagógica con la que rehuir los problemas sin resolverlos.

    La tolerancia es un valor fundamental para la humanidad. Pero no se puede ser tolerante con la intolerancia. El siglo XX está repleto de ejemplos acerca de los desastres a los que nos ha conducido esa tolerancia ilimitada y universal. Y como ya dijeron otros: “quienes olvidan la historia están condenados a repetirla”.



    11
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-20 00:14

    Sigue el copia-pasteleo.

    Muy bonito el discurso, pero ese no es el problema. Se está generalizando un patrón de conducta de los mahometanos que solo corresponde a una parte. Con fines propagandísticos. No es que los extremistas sean unos santos inocentes y angélicos, es que se está confundiendo a la parte con el todo.

    Por otra parte que me vengan a estas alturas con la libertad de expresión de Benedicto, me da risa. Un individuo que silenció movimientos teológicos como la teología de la liberación mediante métodos coactivos y con sanciones por medio, que sigue con sus movidas de canonizar o beatificar a individuos como el creador del Opus o víctimas de la guerra civil, sin recordar jamás a los "otros", un individuo así (y su antecesor mas aún) me lo usan como estandarte de los derechos fundamentales. Un poco de por favor. Menos choteo. Si critican al Papa, que se fastidie.

    Ah!...la historia JAMAS se repite exactamente igual. Menos venta de motos aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. La Iglesia jamás ha sido ejemplo de libertad de expresión, de democracia, de respeto a los derechos humanos, de tolerancia, de respeto al que piensa diferente ni nada por el estilo. Su conducta durante la guerra civil española y durante la dictadura de Franco es una excelente muestra de su proceder.

    En fin, en poco me obsequiarán con otro copiado por ahí. Se arrallen un millo mas para el cielo.

    Saludos cordiales



    12
    De: Ricardo Medina Fecha: 2006-09-20 03:06

    Benedicto XVI es, además de Papa, un intelectual íntegro. Es una especie rara en estos tiempos de tanta deshonestidad intelectual. La nueva mentira de los censores dizque progresistas es decir que el Papa Benedicto XVI ofreció disculpas por sus palabras en la Universidad de Ratisbona (Regensburg, Alemania) del 12 de septiembre pasado. Falso. El Papa lamentó que sus palabras hayan sido interpretadas como ofensivas para el Islam. Es muy distinto que yo lamente que un perturbado mental se haya ofendido porque yo dije "Buenos días" a que yo lamente haberlo dicho.

    Es probable que muchos lectores no hayan tenido oportunidad de leer las palabras originales del Papa. En beneficio de la verdad y para que se juzguen por sí mismas, no por las mentiras que disparan con total impunidad los censores falsamente progresistas, cito los párrafos de la lección académica de Benedicto XVI que dieron pretexto a los intolerantes:

    "En la séptima conversación (o controversia) editada por el profesor Khoury, el emperador toca el tema de la yihad, de la guerra santa. Seguramente el emperador sabía que en la sura (capítulo del Corán) 2, 256 se lee: ‘Ninguna constricción a la fe’. Es una de las suras del periodo inicial, según los expertos, durante el cual Mahoma mismo estaba aún sin poder y amenazado. Pero, naturalmente, el emperador conocía también las disposiciones, desarrolladas sucesivamente y fijadas en el Corán acerca de la guerra santa. Sin pararnos en detalles, como la diferencia de tratamiento entre los que poseen el 'Libro' y los 'incrédulos', él, de una manera sorprendentemente brusca, se vuelve a su interlocutor simplemente con la pregunta central acerca de las relaciones entre religión y violencia en general diciendo: 'Enséñame también lo que Mahoma ha traído de nuevo, y os encontraréis solamente cosas malas e inhumanas como su orden de difundir a través de la espada la fe que predicaba'. El emperador, después de haberse pronunciado de esta manera tan convincente, explica después minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional. La violencia contrasta con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. "Dios no se complace con la sangre –le dice–, no actuar siguiendo a la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Por lo tanto, quien quiera llevar a alguien hacia la fe, necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, sin violencia ni amenazas... Para convencer un alma razonable no es necesario disponer ni del propio brazo, ni de instrumentos para herir, ni de ningún medio con el que se pueda amenazar a una persona de muerte...".

    "La afirmación decisiva en esta argumentación contra la conversión mediante la violencia es: no actuar siguiendo a la razón es contrario a la naturaleza de Dios".

    Más claro es imposible. Si alguien se molestó es porque debe creer que sí vale difundir la fe mediante el terror.



    13
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-20 10:47

    Mas pasteleo copiador.

    "La afirmación decisiva en esta argumentación contra la conversión mediante la violencia es: no actuar siguiendo a la razón es contrario a la naturaleza de Dios".

    Más claro es imposible. Si alguien se molestó es porque debe creer que sí vale difundir la fe mediante el terror. "

    Dos párrafos dos falacias lógicas. La conclusión no se deriva de las premisas.

    O séase, propaganda.

    Otro asunto es la coherencia con la trayectoria previa. Al primer párrafo se puede contestar que la Iglesia no lo ha cumplido nunca. Al segundo, ídem. Ejemplo real: la guerra civil española, en que se intentó convertir a todo un país a la fuerza mediante la violencia de todo tipo, convencidos ellos de que difundir la fe mediante el terror era su deber. Bibliografía la hay por toneladas, en especial la publicada por un jesuíta afiliado a Falange. Sin mencionar el apoyo del vaticano a un general sublevado violentamente contra un gobierno legítimo.

    Nada encaja. Por lo visto hay ocasiones en la que la violencia si está justificada. depende de quien la practique. Eso no es serio.

    Si alguno de los copiadores se decidiera a hablar sería mas interesante, pero solo sirven de fotocopiadoras.

    Me despido de este tema. No vale la pena.

    Saludos cordiales



    14
    De: Jesús Domingo Fecha: 2006-09-20 14:12

    Con relación a las palabras del Papa, Benedicto XVI, y el Islam en Ratisbona, se vuelve a repetir el principio clásico de la interpretación que “todo texto, fuera de su contexto, se convierte en un pretexto.” Y es que ante las desenfocadas reacciones de algunos exponentes musulmanes, creo conveniente recordar lo que ha dicho el portavoz de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, “Benedicto XVI, en su discurso del pasado martes en la Universidad de Ratisbona, quiso reafirmar un claro y radical rechazó a cualquier motivación religiosa de la violencia.” Pienso que hay suficientes muestras de cómo el Papa actual quiere cultivar el diálogo y el respeto con las demás religiones y culturas, principalmente con el Islam, sus palabras ante las desaridas reacciones son un ejemplo.

    Estoy convencido que si ha saltado la polémica no es porque al Papa le hayan faltado finura y cuidada sensibilidad, sino por una interpretación más político-cultural que religiosa de sus palabras por parte de algunos sectores del Islam. Palabras, claramente sacadas de contexto, que han sido apoyadas por sectores laicistas que no dudan en aprovechar cualquier recurso, aún cayendo en contradicción, si con el atacan a la Iglesia. ¿Es que ahora se puede gritar no a la guerra pero sí a la guerra santa?



    15
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-21 00:06

    Yo también se copiar, pero cito procedencia:


    TRIBUNA: JUAN JOSÉ TAMAYO
    El discurso de Ratisbona Añadir a Mi carpeta
    JUAN JOSÉ TAMAYO
    EL PAÍS - Opinión - 20-09-2006

    El discurso de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona, que ha irritado a tirios y troyanos, se sitúa dentro de la lógica de su pensamiento desde que iniciara el giro conservador en la década de los setenta del siglo XX. Como presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Ratzinger condenó a varios teólogos que estaban elaborando una teología del pluralismo religioso en diálogo con otras religiones. El ceilandés Tissa Balasurya fue suspendido a divinis y posteriormente rehabilitado. El jesuita belga Jacques Dupuis, profesor de Teología durante casi cuarenta años en la India, sufrió un largo calvario por su obra Hacia una teología del pluralismo religioso, acusada de graves errores contra principios fundamentales de la fe divina y católica. También fueron condenadas algunas obras del jesuita indio Tony de Mello. Pero los tres tuvieron defensores de lujo: la conferencia de provinciales jesuitas de Asia se pronunció a favor de Tony de Mello; el arzobispo de Calcuta, Henry d' Suoza, y el arzobispo emérito de Viena, cardenal Franz König, se definieron a favor de Dupuis; numerosas instituciones teológicas del mundo se colocaron del lado de Tissa Balasuriya.

    El mayor ataque de Ratzinger contra el diálogo interreligioso fue la Declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe Dominus Iesus, de 2000, que abrió una brecha profunda entre las iglesias cristianas, al tiempo que dinamitó todos los puentes que veníamos tendiendo teólogos y teólogas de las diferentes religiones, líderes religiosos, intelectuales y políticos. Ratzinger afirmaba allí que la Iglesia católica es "la Iglesia verdadera" y que las "Iglesias particulares" (ortodoxas) y las comunidades eclesiales (protestantes y anglicanas) "no son Iglesia en sentido propio" (n. 17). El tono era igualmente excluyente en relación con las religiones no cristianas. "Si bien es cierto -decía- que los no cristianos pueden recibir la gracia divina, también es cierto que, objetivamente se hallan en una situación gravemente deficitaria si se compara con la de aquellos que, en la Iglesia, tienen la plenitud de los medios salvífica" (n. 22, subrayado mío).

    La denuncia de la "dictadura del relativismo" es una constante en el pensamiento de Ratzinger. En la Dominus Iesus condenaba las teorías de tipo relativista que tratan de justificar el pluralismo religioso, "no sólo de facto, sino de iure", el subjetivismo, el indiferentismo, etcétera. Todavía resuenan en mis oídos las severísimas críticas lanzadas contra el relativismo en la misa previa a la celebración del cónclave en el que sería elegido Papa. Críticas hechas desde la conciencia de poseer la verdad en exclusiva, no desde la búsqueda conjunta.

    La crítica del relativismo lleva derechamente a la simplificación, deformación y falseamiento de las posiciones del contrario. Esas desviaciones son las que se dan en el discurso de la Universidad de Ratisbona del 12 de septiembre, a partir de una cita, a mi juicio desafortunada, del emperador bizantino Miguel II Paleólogo, que ofrece una idea beligerante de la religión musulmana y una imagen violenta del profeta Mahoma. La propia cita, independientemente de que se comparta o no, no es casual, revela ya la tendenciosidad del discurso y, objetivamente, sitúa el discurso del Papa en el horizonte de la teoría del choque de civilizaciones de Huntington, para quien el islam es "la civilización menos tolerante de las religiones monoteístas", y en el planteamiento etnocéntrico de Sartori, que califica al islam como religión totalitaria e incompatible con la sociedad pluralista, ya que, dice, sigue pensando en la espada. "Debe quedar claro -afirmaba Ratzinger en 1996- que
    no se inserta en el espacio de libertad de la sociedad plural".

    Benedicto XVI podía haber elegido otros testimonios de la época más respetuosos con el islam como los de Francisco de Asís, de Raimon Llull en El gentil y los tres sabios o de Nicolás de Cusa en La paz de la fe. Francisco de Asís se mostraba partidario del diálogo islamo-cristiano y contrario a la cruzada contra los musulmanes por considerar que el Evangelio manda amar a los enemigos y no hacerles la guerra. Una vez convocada la cruzada, se dirigió al campo de batalla y se entrevistó con el sultán. Los dos dialogaron en un clima pacífico y rezaron juntos. Estos testimonios hubieran sido más conformes al objetivo del diálogo de las culturas que el Papa decía proponerse.

    Por lo demás, la violencia no pertenece a la esencia del islam, ni la guerra santa es uno de sus pilares y, menos aún, un deber de los creyentes musulmanes. Constituye, más bien, una perversión, una patología de la religión musulmana, como lo es también del cristianismo. Como se han encargado de demostrar los estudiosos del islam, resulta incorrecto y tendencioso traducir yihad por guerra santa. Su verdadero significado es esfuerzo.

    Según Sayyid Abul al' Mawdudi (1903-1979), escritor y político musulmán indio, yihad es ante todo una lucha moral en el interior de la comunidad islámica orientada a su reforma, que consiste en el cambio tanto personal como social. Sin cambio personal en las motivaciones, los puntos de vista, los objetivos y la personalidad de cada individuo no sirven de nada los cambios políticos y económicos. Cambio que ha de llevarse a cabo de manera gradual y a través de la educación, no por la fuerza. Junto al cambio personal hay que luchar contra las injusticias y por las reformas sociales, fomentando la cooperación para el logro de mejores condiciones de vida para todas las personas, con atención especial a las personas más necesitadas, como las viudas y los huérfanos, los lisiados e incapacitados.

    Hay que agradecer las excusas de Benedicto XVI y valorar positivamente la aclaración de que no se identifica con el testimonio de Miguel II Paleólogo. Pero el problema no está en una cita o en un párrafo de la alocución del Papa. Es el discurso en sí, en su conjunto, cristiano-céntrico y euro-céntrico, el que hay que revisar en profundidad, porque no contribuye al diálogo. Y optar por el paradigma intercultural, interreligioso e interétnico en sintonía con la teología liberadora de las religiones y en convergencia con las distintas iniciativas de paz en el plano internacional.

    Juan José Tamayo es director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de Fundamentalismos y diálogo de religiones (Trotta, Madrid, 2005).


    Que me hablen de diálogos entre religiones... si ni siquiera lo tolera dentro de la Iglesia... Por favor, menos rollos.

    Que quienes están predicando la yihad está en Washington y en Londres...

    Ya vale, se nota mucho el olorcillo a rancio.

    Saludos cordiales y adios a Benedicto y sus monaguillos



    16
    De: Teresa Fecha: 2006-09-21 07:59

    Sigo borrando los copypaste sin url. Menudo trabajito este de censora... :-(

    Lo que no me acaba de quedar claro del artículo de Tamayo del País es qué es eso del "paradigma intercultural, interreligioso e interétnico en sintonía con la teología liberadora de las religiones".

    No entiendo mucho de teología, pero no me imagino a ninguna teología hablando del valor de los otros dioses y reduciendo su carga epistemológica y moral, diciendo que la salvación no está en la única iglesia verdadera, que es la de ellos casualmente.



    17
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-21 10:49

    Bueno Teresa, yo tampoco soy teólogo. Mi experiencia se limita a los años que pasé en un colegio religioso. Algo es algo.

    Lo que viene a decir, muy fino eso si, está relacionado con el buen rollito que hubo en los años 60 con el Concilio Vaticano II, esa apertura de la Iglesía, las misas en español no en latín y todo eso. entre lo que se incluye la teología de la liberación. Una visión mas abierta y preocupada de la teología hacia las necesidades materiales de la gente. También un llevarse bien con las demás cofradías religiosas del mundo.

    Pero desde Juan Pablo, eso se acabó. Vuelta a la ultraortodoxia, mano dura con disidentes internos, disciplina de hierro con quien se mueva algo del guión. El buen rollito con las demás religiones se acabó, simplemente porque no interesa. cada cual que se dedique a sus asuntos y los demás que se busquen la vida. Por ahí va la línea del gran inquisidor actual además de Papa.

    La única religión sin carga guerrera o bronquista es la budista. En la India convive muy bien con otras religiones locales al igual que en otros muchos lugares.

    Pero hay religiones que por lo visto tienden a la exclusión. El cristianismo es una de ellas. Les viene de antiguo, desde la época de los romanos, de Constantino para ser exactos.

    Saludos cordiales

    PS. No soy budista. Lo digo por si acaso.



    18
    De: Franco Frattini Fecha: 2006-09-22 02:55

    El comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, considera que las amenazas que en algunos medios islámicos se han dirigido al Papa Benedicto XVI por el discurso pronunciado en Ratisbona son "contra toda la Humanidad". A su juicio, el Papa simboliza no sólo una religión sino un mensaje de tolerancia y respeto recíproco y ha añadido que Europa debe de estar unida "en la defensa de este mensaje de tolerancia". Ante esto, Frattini ha pelado al valor del diálogo porque, a su juicio, no es "aceptable" que el mensaje del Papa se haya "malinterpretado" y haya desatado reacciones violentas ni que "una mayoría de musulmanes sea rehén de una minoría". También, uno de los vicepresidentes de la Eurocámara, el italiano Mario Mauro, ha enviado a los 732 parlamentarios el discurso que el Papa Benedicto XVI dio el pasado 12 de septiembre en la Universidad de Ratisbona, cuya referencia al Islam ha provocado una fuerte reacción en los países musulmanes, con el objetivo de evitar manipulaciones y apoyar la libertad de expresión.
    21-09-2006



    La intención de Mauro, del Partido Popular Europeo, es que "nadie use una mala interpretación en el futuro y que el Parlamento Europeo exprese su posición clara apoyando la libertad de expresión", según informaba en una nota de prensa adjunta al discurso papal, que se distribuyó en inglés, francés, alemán y castellano. "Evidentemente ha sido malinterpretado por una parte del mundo islámico y también por parte de los medios de comunicación, que no han sabido entender el pensamiento real del Santo Padre", concluye el italiano.



    19
    De: Teresa Fecha: 2006-09-22 08:28

    Eso de que los ataques al Papa son ataques a toda la Humanidad hay que matizarlo un poco. En principio es un ataque al jefe de los católicos, a su cabeza política y mediática. Por extensión, podría representar a todos los cristianos, obviando la reforma y la contrareforma que tanta sangre costó.

    Está bien que la Iglesia Católica apele a la tolerancia y sea en base a la tolerancia que Frattini convierta a Ratzinger en representante de la humanidad, defendiéndolo frente a la intransigencia y la ira de los islamistas radicales, que desconocen la libertad de expresión y rechazan la tolerancia.

    Por último: me hace gracia lo del Mauro este del PP europeo: el Santo Padre, la fuente de toda verdad. Como el Dalai Lama, como los califas.



    20
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-22 10:09

    La movida papal ha tenido éxito. Ha conseguido poner en el punto de mira a los musulmanes, ha conseguido que sean vistos TODOS como unos fanáticos con ansias homicidas, ha conseguido presentarse como un campéon en la lucha por la libertad de expresión, ha conseguido presentarse como una víctima del fanatismo al que combate con la razón, ha conseguido que numerosos políticos mas o menos abobados se solidaricen con él.

    O sea que el gran inquisidor ha montado una campaña propagandística exitosa en contra del Islam. Supongo que Bush y Blair le agradecerán el detalle, ahora que andan tan alicaídos. No se podía esperar menos de tan brillante teólogo e intelectual religioso.

    Pero cualquiera que use el cerebro en medio de tanto humo de colores, sabe que esto es un juego de apariencias. Es intoxicación propagandística.

    De lo que se trata es de mantener el rebaño unido frente a la presunta amenaza exterior. Un pretexto clásico para la guerra.

    Saludos cordiales



    21
    De: Arcángel Fecha: 2006-09-22 14:39

    Benedicto XVI ha invitado a los embajadores de los países con mayoría musulmana acreditados ante la Santa Sede a una reunión el próximo lunes en Castelgandolfo, la residencia de verano de los papas, informaron fuentes vaticanas. La invitación ha sido cursada también a autoridades religiosas musulmanas en Italia. La iniciativa del Vaticano se produce tras la polémica registrada en las últimas semanas por unas palabras pronunciadas por el Pontífice en la universidad alemana de Ratisbona que los mahometanos han considerado ofensivas contra su religión. Benedicto XVI ha explicado en dos ocasiones que sentía profundamente que sus palabras sobre el islam y Mahoma hayan sido malentendidas y ha reiterado que respeta profundamente a los musulmanes, monoteístas, como los cristianos.



    22
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-22 16:34

    Maravilloso. Pastitas, te moruno y luego a darse palmaditas.

    Maravilloso también que una muchedumbre de musulmanes malentendieran sus palabras. debe ser ceporros. No se enteran de nada. No son capaces de captar su sabiduría.

    Pero lo que a estas alturas está claro es que quien se equivocó y metió la pata fue Bene. El fue quien echó gasolina al fuego.

    ¿Tanto cuesta un poco de humildad y reconocer los propios errores en lugar de achacarlos a los demás? Pués si. El gran inquisidor y Papa no se equivoca jamás.

    A ver si el seminarista que se dedica al copia-pasteleo nos habla también de los magníficos zapatos que calza y de esas espectaculares gafas de sol. Me gustaría saber la marca. Me encantan.

    Saludos cordiales



    23
    De: Teresa Fecha: 2006-09-23 07:48

    Al arcángel que copypastea de libertad digital decirle que ya nos sabemos la url de este medio por si queremos ir a enterarnos. Le gusta especialmente el firmante como GEES, que son los que nos endilga, a veces con firma y otras sin ella.

    Si quieres defender las tesis del catolicismo extremo, hazlo, pero con tus palabras, no pegando la homilía de un periódico sin citar. Eso está muy feo y se llama plagio.

    Por eso, las borro y las seguiré borrando. Los interesados en los disparates en el mejor estilo de las cruzadas, veanlo aquí. No es conveniente leerlo demasiado porque intoxica.

    Eduardo: según la doctrina, el Papa no se equivoca, es infalible. De ahí la cancioncilla irreverente de "Aunque el Papa es infalible con la boca, con la ***** muchas veces se equivoca".

    La santa ira y todo eso suena un poco a un montaje de ultrajada indignación o de ultraje indignado, que ya ni sé. ¿De nuevo la libertad de expresión va a ceder ante las exigencias de los exégetas de textos sagrados?


    Saludos



    24
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-23 15:57

    No Teresa, te confundes. El Papa es infalible solamente cuando habla ex-catedra y en lo relativo a asunto de la fe católica. Añadiría que esa infalibilidad se la auto-adjudicó vía decreto el papado a finales del siglo XIX. En este asunto, hablaba como conferenciante y se le fue la olla con el resultado de metedura de pata. Que todo el que use el cerebro ve, excepto el y sus monaguillos.

    Claro que es un montaje. Excepto sus íntimos nno creo que a la mayoría de la gente le interesean esos rollazos de Bizancio y sus emperadores.

    Por otra parte, se ha unido a la fiesta nuestro ex-caudillo Aznar, pidiendo que los musulmanes se disculpen por haber ocupado España durante ocho siglos. Un portento de conferenciante.

    Saludos cordiales



    25
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-23 23:10

    Al anterior copia-pasteleo sublime del seminarista interino que cuida nuestras almas inmortales: Bonita manera de marear la perdiz.

    Dada la insistencia, pienso cada vez mas, que el "malentendido" no lo fue tal. Se hizo a posta y sabiendo lo que iba a ocurrir.

    Pienso que de momento los musulmanes deberían pedir perdón por ocupar España (el ex-führer dixit), también los suevos, alanos, vándalos, visigodos, los romanos y los fenicios. Todos deben pedir disculpas públicamente.

    Si se niegan, les castigaremos duramente con la mirada.

    Saludos cordiales



    26
    De: Teresa Fecha: 2006-09-24 11:29

    Ya he hecho limpieza de los copipasteleos de ayer apestando a islamofobia.

    Eduardo: no sé por qué excluyes a íberos y celtas de las disculpas...



    27
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-24 18:06

    Los excluyo por enchufe. Creo que soy medio celta o un cuarto tal vez. XD

    Saludos cordiales



    28
    De: Remedios Falaguera Fecha: 2006-09-24 18:53

    Acabo de enterarme de la muerte de la escritora y periodista italiana Oriana Fallaci. Una mujer valiente que no se “arrugó” ante la vida, porque para ella "ser mujer es fascinante y constituye una aventura que requiere considerable valentía, un desafío que nunca llega a aburrir".

    Uno de sus lemas fue que “batirse es mucho más hermoso que vencer". Y ella lo hizo durante toda su vida. Combatió el fascismo como partisana, ejerció su trabajo de corresponsal en los principales conflictos bélicos de su época y demostró que se puede plantar cara –aunque no vencer– al cáncer que la azotaba desde hacía varios años.

    La definen como apasionada, controvertida y agresiva. Yo simplemente me atrevo a llamarla “una mujer valiente” que ha hecho del mundo un lugar mejor dedicando toda su vida a presentarnos las brutalidades de las guerras, las injusticias y los sufrimientos y, por supuesto, a luchar –como ella creía– por los derechos del hombre.

    Una mujer sin miedo que ha sido capaz de enfrentarse a los radicales islamistas y a los líderes de los países más importantes del mundo, sin tapujos, llamando al pan pan y al vino, vino. A veces de modo injusto, no lo niego, pero siempre de forma coherente. Y, aunque entre ella y yo creo, es más, estoy segura, no coincidimos en muchas cosas, me ha demostrado que la coherencia de vida debe ir unida al coraje, al trabajo, al descaro… si quieres defender tu posición en el campo de batalla.

    Todo un ejemplo.






    29
    De: Teresa Fecha: 2006-09-24 21:49

    Muy bonito el homenaje a Oriana Fallaci, Remedios. Una mujer valiente y todo un ejemplo, sí.



    30
    De: Ñosinfoal Fecha: 2006-09-26 01:35

    Para Teresa:

    Por su interés y actualidad, copio aquí el discurso completo de Benedicto XVI. No puedo poner el vínculo pues me lo han enviado por correo. Si no te parece bien, no dudes en borrarlo.

    RATISBONA, miércoles, 13 septiembre 2006 (ZENIT.org).- Publicamos el discurso que pronunció Benedicto XVI este martes en la tarde en el encuentro que mantuvo con representantes alemanes del mundo de la ciencia en Aula Magna de la Universidad de Ratisbona, de la que había sido catedrático y vicerrector. El Papa se ha reservado la posibilidad de publicar en un segundo momento una versión de este texto definitiva con notas al pie de página. Por este motivo se trata de una redacción provisional. El Santo Padre ha dado por título a esta conferencia: «Fe, razón y universidad. Recuerdos y reflexiones».

    «Fe, razón y universidad. Recuerdos y reflexiones»

    ¡Ilustres señores, gentiles señoras!

    Para mí es un momento emocionante estar nuevamente en la cátedra de la universidad y poder impartir una vez más una lección. Mi pensamiento vuelve a aquellos años en los que, tras un hermoso periodo en el Instituto Superior de Freising, inicié mi actividad de profesor académico en la Universidad de Bonn. En el año 1959 se vivían todavía los viejos tiempos de la universidad en que había profesores ordinarios. Para las cátedras individuales no existían ni asistentes ni dactilógrafos, pero en compensación se daba un contacto muy directo con los estudiantes y sobre todo entre los profesores.

    Se daban encuentros antes y después de las lecciones en los cuartos de los docentes. Los contactos con los historiadores, los filósofos, los filólogos y también entre las dos facultades teológicas eran muy cercanos. Una vez al semestre había un «dies academicus», en el que los profesores de todas las facultades se presentaban delante de los estudiantes de toda la universidad, haciendo posible una verdadera experiencia de «universitas» --algo a lo que también ha aludido usted, señor rector, hace poco--: el hecho que nosotros, a pesar de todas las especializaciones, que a veces nos impiden comunicarnos entre nosotros, formamos un todo y trabajamos en el todo de la única razón con sus diferentes dimensiones --estando así juntos también en la común responsabilidad por el recto uso de la razón--, hacía que se tratase de una experiencia viva. La universidad, sin duda, estaba orgullosa también de sus dos facultades teológicas. Estaba claro que también ellas, interrogándose sobre la racionalidad de la fe, desarrollan un trabajo que necesariamente forma parte del «todo» de la «universitas scientiarum», aunque no todos podían compartir la fe, por cuya correlación con la razón común se esfuerzan los teólogos. Esta cohesión interior en el cosmos de la razón tampoco quedó perturbada cuando se supo que uno de los colegas había dicho que en nuestra universidad había algo extraño: dos facultades que se ocupaban de algo que no existía: Dios. En el conjunto de la universidad era una convicción indiscutida el hecho de que incluso frente a un escepticismo así de radical seguía siendo necesario y razonable interrogarse sobre Dios por medio de la razón y en el contexto de la tradición de la fe cristiana.

    Me acordé de todo esto cuando recientemente leí la parte editada por el profesor Theodore Khoury (Münster) del diálogo que el docto emperador bizantino Manuel II Paleólogo, tal vez durante el invierno del 1391 en Ankara, mantuvo con un persa culto sobre el cristianismo y el islam, y la verdad de ambos. Fue probablemente el mismo emperador quien anotó, durante el asedio de Constantinopla entre 1394 y 1402, este diálogo. De este modo se explica el que sus razonamientos son reportados con mucho más detalle que las respuestas del erudito persa. El diálogo afronta el ámbito de las estructuras de la fe contenidas en la Biblia y en el Corán y se detiene sobre todo en la imagen de Dios y del hombre, pero necesariamente también en la relación entre las «tres Leyes» o tres órdenes de vida: Antiguo Testamento, Nuevo Testamento, Corán. Quisiera tocar en esta conferencia un solo argumento --más que nada marginal en la estructura del diálogo-- que, en el contexto del tema «fe y razón» me ha fascinado y que servirá como punto de partida para mis reflexiones sobre este tema.

    En el séptimo coloquio (controversia) editado por el profesor Khoury, el emperador toca el tema de la «yihad» (guerra santa). Seguramente el emperador sabía que en la sura 2, 256 está escrito: «Ninguna constricción en las cosas de la fe». Es una de las suras del periodo inicial en el que Mahoma mismo aún no tenía poder y estaba amenazado. Pero, naturalmente, el emperador conocía también las disposiciones, desarrolladas sucesivamente y fijadas en el Corán, acerca de la guerra santa. Sin detenerse en los particulares, como la diferencia de trato entre los que poseen el «Libro» y los «incrédulos», de manera sorprendentemente brusca se dirige a su interlocutor simplemente con la pregunta central sobre la relación entre religión y violencia, en general, diciendo: «Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba». El emperador explica así minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. «Dios no goza con la sangre; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Por lo tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas… Para convencer a un alma razonable no hay que recurrir a los músculos ni a instrumentos para golpear ni de ningún otro medio con el que se pueda amenazar a una persona de muerte…».

    La afirmación decisiva en esta argumentación contra la conversión mediante la violencia es: no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. El editor, Theodore Khoury, comenta que para el emperador, como buen bizantino educado en la filosofía griega, esta afirmación es evidente. Para la doctrina musulmana, en cambio, Dios es absolutamente trascendente. Su voluntad no está ligada a ninguna de nuestras categorías, incluso a la de la racionalidad. En este contexto Khoury cita una obra del conocido islamista francés R. Arnaldez, quien revela que Ibh Hazn llega a decir que Dios no estaría condicionado ni siquiera por su misma palabra y que nada lo obligaría a revelarnos la verdad. Si fuese su voluntad, el hombre debería practicar incluso la idolatría.

    Aquí se abre, en la comprensión de Dios y por lo tanto en la realización concreta de la religión, un dilema que hoy nos plantea un desafío muy directo. La convicción de que actuar contra la razón está en contradicción con la naturaleza de Dios, ¿es solamente un pensamiento griego o es válido siempre por sí mismo? Pienso que en este punto se manifiesta la profunda concordancia entre aquello que es griego en el mejor sentido y aquello que es fe en Dios sobre el fundamento de la Biblia. Modificando el primer verso del Libro del Génesis, Juan comenzó el «Prólogo» de su Evangelio con las palabras: «Al principio era el logos». Es justamente esta palabra la que usa el emperador: Dios actúa con «logos». «Logos» significa tanto razón como palabra, una razón que es creadora y capaz de comunicarse, pero, como razón. Con esto, Juan nos ha entregado la palabra conclusiva sobre el concepto bíblico de Dios, la palabra en la que todas las vías frecuentemente fatigosas y tortuosas de la fe bíblica alcanzan su meta, encontrando su síntesis. En principio era el «logos», y el «logos» es Dios, nos dice el evangelista. El encuentro entre el mensaje bíblico y el pensamiento griego no era una simple casualidad. La visión de San Pablo, ante quien se habían cerrado los caminos de Asia y que, en sueños, vio un macedonio y escuchó su súplica: «¡Ven a Macedonia y ayúdanos!» (Cf. Hechos 16, 6-10), puede ser interpretada como una «condensación» de la necesidad intrínseca de un acercamiento entre la fe bíblica y la filosofía griega.

    En realidad, este acercamiento ya había comenzado desde hacía mucho tiempo. Ya el nombre misterioso de Dios de la zarza ardiente, que separa a Dios del conjunto de las divinidades con múltiples nombres, afirmando solamente su ser, es, confrontándose con el mito, una respuesta con la que está en íntima analogía el intento de Sócrates de vencer y superar al mito mismo. El proceso iniciado hacia la zarza alcanza, dentro del Antiguo Testamento, una nueva madurez durante el exilio, donde el Dios de Israel, entonces privado de la Tierra y del culto, se presenta como el Dios del cielo y de la tierra, con una simple fórmula que prolonga las palabras de la zarza: «Yo soy». Con este nuevo conocimiento de Dios va al mismo paso una especie de ilustración, que se expresa drásticamente en la mofa de las divinidades que no son más que obra de las manos del hombre (Cf. Salmo 115). De este modo, a pesar de toda la dureza del desacuerdo con los soberanos helenísticos, que querían obtener con la fuerza la adecuación al estilo de vida griego y a su culto idolátrico, la fe bíblica, durante la época helenística, salía interiormente al encuentro de lo mejor del pensamiento griego, hasta llegar a un contacto recíproco que después se dio especialmente en la tardía literatura sapiencial. Hoy nosotros sabemos que la traducción griega del Antiguo Testamento, realizada en Alejandría --la Biblia de los «Setenta»--, es más que una simple traducción del texto hebreo (que hay que evaluar quizá de manera poco positiva): es de por sí un testimonio textual, y un paso específico e importante de la historia de la Revelación, en el cual se ha dado este encuentro que tuvo un significado decisivo para el nacimiento del cristianismo y su divulgación. En el fondo, se trata del encuentro entre fe y razón, entre auténtica ilustración y religión. Partiendo verdaderamente desde la íntima naturaleza de la fe cristiana y, al mismo tiempo, desde la naturaleza del pensamiento helenístico fusionado ya con la fe, Manuel II podía decir: No actuar «con el 'logos'» es contrario a la naturaleza de Dios.

    Honestamente es necesario anotar, que en el tardío Medioevo, se han desarrollado en la teología tendencias que rompen esta síntesis entre espíritu griego y espíritu cristiano. En contraposición al así llamado intelectualismo agustiniano y tomista, con Juan Duns Escoto comenzó un planteamiento voluntarista, que al final llevó a la afirmación de que sólo conoceremos de Dios la «voluntas ordinata».

    Más allá de ésta existiría la libertad de Dios, en virtud de la cual Él habría podido crear y hacer también lo contrario de todo lo que efectivamente ha hecho. Aquí se perfilan posiciones que, sin lugar a dudas, pueden acercarse a aquellas de Ibn Hazn y podrían llevar hasta la imagen de un Dios-Árbitro, que no está ligado ni siquiera a la verdad y al bien. La trascendencia y la diversidad de Dios se acentúan de una manera tan exagerada, que incluso nuestra razón, nuestro sentido de la verdad y del bien dejan de ser un espejo de Dios, cuyas posibilidades abismales permanecen para nosotros eternamente inalcanzables y escondidas tras sus decisiones efectivas. En contraposicio´n, la fe de la Iglesia se ha atenido siempre a la convicción de que entre Dios y nosotros, entre su eterno Espíritu creador y nuestra razón creada, existe una verdadera analogía, en la que ciertamente las desemejanzas son infinitamente más grandes que las semejanzas --como dice el Concilio Lateranense IV en 1215--, pero que no por ello se llegan a abolir la analogía y su lenguaje. Dios no se hace más divino por el hecho que lo alejemos en un voluntarismo puro e impenetrable, sino que el Dios verdaderamente divino es ese Dios que se ha mostrado como el «logos» y como «logos» ha actuado y actúa lleno de amor por nosotros. Ciertamente el amor «sobre pasa» el conocimiento y es por esto capaz de percibir más que el simple pensamiento (Cf. Efesios 3,19); sin embargo, el amor del Dios-Logos concuerda con el Verbo eterno y con nuestra razón, como añade san Pablo es «lógico» (Cf. Romanos 12, 1).

    Ese acercamiento recíproco interior, que se ha dado entre la fe bíblica y el interrogarse a nivel filosófico del pensamiento griego, es un dato de importancia decisiva no sólo desde el punto de visa de la historia de las religiones, sino también desde el de la historia universal, un dato que nos afecta también hoy. Considerado este encuentro, no es sorprendente que el cristianismo, no obstante su origen e importante desarrollo en Oriente, haya encontrado su huella históricamente decisiva en Europa. Podemos expresarlo también al contrario: este encuentro, al que se une sucesivamente el patrimonio de Roma, ha creado Europa y permanece como fundamento de aquello que, con razón, se puede llamar Europa.

    A la tesis, según la cual, el patrimonio griego, críticamente purificado, forma parte integrante de la fe cristiana, se le opone la pretensión de la deshelenización del cristianismo, pretensión que desde el inicio de la edad moderna domina de manera creciente en la investigación teológica. Si se analiza con más detalle, se pueden observar tres oleadas en el programa de la deshelenización: si bien están relacionadas entre sí, en sus motivaciones y en sus objetivos, son claramente distintas la una de la otra.

    La deshelenización se da primero en el contexto de los postulados fundamentales de la Reforma del siglo XVI. Considerando la tradición de las escuelas teológicas, los reformadores se veían ante a una sistematización de la fe condicionada totalmente por la filosofía, es decir, ante un condicionamiento de la fe desde el exterior, en virtud de una manera de ser que no derivaba de ella. De este modo, la fe ya no parecía como una palabra histórica viviente, sino como un elemento integrado en la estructura de un sistema filosófico.

    La «sola Scriptura», en cambio, busca la forma pura primordial de la fe, tal y como está presente originariamente en la Palabra bíblica. La metafísica se presenta como un presupuesto derivado de otra fuente, de la que tiene que liberarse la fe para hacer que vuelva a ser ella misma. Kant siguió este programa con una radicalidad que los reformadores no podían prever. De este modo, ancló la fe exclusivamente en la razón práctica, negándole el acceso al todo de la realidad.

    La teología liberal de los siglos XIX y XX acompaña la segunda etapa del proceso de deshelenización, con Adolf von Harnack, como su máximo representante. Cuando era estudiante y en mis primeros años como docente, este programa influenciaba mucho incluso a la teología católica. Tomó como punto de partida la distinción que Pascal hace entre el Dios de los filósofos y el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. En mi discurso inaugural en Bonn, en 1959, traté de referirme a este asunto. No repetiré aquí lo que dije en aquella ocasión, pero me gustaría describir, al menos brevemente, lo que era nuevo en este proceso de deshelenización. La idea central de Harnack era volver simplemente al hombre Jesús y a su mensaje esencial, sin los añadidos de la teología e incluso de la helenización: Este mensaje esencial era visto como la culminación del desarrollo religioso de la humanidad. Se decía que Jesús puso punto final al culto sustituyéndolo por la moral. En definitiva, se le presentaba como padre de un mensaje moral humanitario.

    La meta fundamental era hacer que el cristianismo estuviera en armonía con la razón moderna, es decir, liberarle de los elementos aparentemente filosóficos y teológicos, como la fe en la divinidad de Cristo y en Dios uno y trino. En este sentido, la exégesis histórico-crítica del Nuevo Testamento restauró el lugar de la teología en la universidad: Para Harnack, la teología es algo esencialmente histórico y por lo tanto estrictamente científico. Lo que se puede decir críticamente de Jesús, es por así decir, expresión de la razón práctica y consecuentemente se puede aplicar a la Universidad en su conjunto.

    En el trasfondo se da la autolimitación moderna de la razón, expresada clásicamente en las «críticas» de Kant, que mientras tanto fue radicalizándose ulteriormente por el pensamiento de las ciencias naturales. Este concepto moderno se basa, por decirlo brevemente, en la síntesis entre el platonismo (cartesianismo) y el empirismo, una síntesis confirmada por el éxito de la tecnología. Por un lado presupone la estructura matemática de la materia, y su intrínseca racionalidad, que hace posible entender cómo funciona la materia funciona como es posible usarla eficazmente: esta premisa básica es, por así decirlo, el elemento platónico en el entendimiento moderno de la naturaleza. Por otro lado, se trata de la posibilidad de explotar la naturaleza para nuestros propósitos, y en ese caso sólo la posibilidad de la verificación o falsificación a través de la experimentación puede llevar a la certeza final. El peso entre los dos polos puede, dependiendo de las circunstancias, cambiar de un lado al otro. Un pensador tan positivista como J. Monod declaró que era un convencido platónico.

    Esto permite que emerjan dos principios que son cruciales para el asunto al que hemos llegado. Primero, sólo la certeza que resulta de la sinergia entre matemática y empirismo puede ser considerada como científica. Lo que quiere ser científico tiene que confrontarse con este criterio. De este modo, las ciencias humanas, como la historia, psicología, sociología y filosofía, trataron de acercarse a este canon científico. Para nuestra reflexión, es importante constatar que el método como tal excluye el problema de Dios, presentándolo como un problema acientífico o precientífico. Pero así nos encontramos ante la reducción del ámbito de la ciencia y de la razón que necesita ser cuestionada.

    Volveré a tocar el problema después. Por el momento basta tener en cuenta que cualquier intento de la teología por mantener desde este punto de vista un carácter de disciplina «científica» no dejaría del cristianismo más que un miserable fragmento. Pero tenemos que decir más: si la ciencia en su conjunto no es más que esto, el hombre acabaría quedando reducido. De hecho, los interrogantes propiamente humanos, es decir, «de dónde» y «hacia dónde», los interrogantes de la religión y la ética no pueden encontrar lugar en el espacio de la razón común descrita por la «ciencia» entendida de este modo y tienen que ser colocados en el ámbito de lo subjetivo. El sujeto decide entonces, basándose en su experiencia, lo que considera que es materia de la religión, y la «conciencia» subjetiva se convierte en el único árbitro de lo que es ético. De esta manera, sin embargo, la ética y la religión pierden su poder de crear una comunidad y se convierten en un asunto completamente personal. Este es un estado peligroso para los asuntos de la humanidad, como podemos ver en las distintas patologías de la religión y la razón que necesariamente emergen cuando la razón es tan reducida que las preguntas de la religión y la ética ya no interesan. Intentos de construir la ética a partir de las reglas de la evolución o la psicología terminan siendo simplemente inadecuados.

    Antes de esgrimir las conclusiones a las que todo esto lleva, tengo que referirme brevemente a la tercera etapa de deshelenización, que aún está dándose. A la luz de nuestra experiencia con el pluralismo cultural, con frecuencia se dice en nuestros días que la síntesis con el Helenismo lograda por la Iglesia en sus inicios fue una inculturación preliminar que no debe ser vinculante para otras culturas. Esto se dice para tener el derecho a volver al simple mensaje del Nuevo Testamento anterior a la inculturación, para inculturarlo nuevamente en sus medios particulares. Esta tesis no es falsa, pero es burda e imprecisa. El Nuevo Testamento fue escrito en griego y trae consigo el contacto con el espíritu griego, un contacto que había madurado en el desarrollo precedente del Antiguo Testamento. Ciertamente hay elementos en la proceso formativo de la Iglesia antigua que no deben integrarse en todas las culturas, Sin embargo, las decisiones fundamentales sobre las relaciones entre la fe y el uso de la razón humana son parte de la fe misma, son desarrollos consecuentes con la naturaleza misma de la fe.

    Y así llego a la conclusión. Este intento, hecho con unas pocas pinceladas, de crítica de la razón moderna a partir de su interior, no significa que hay que regresar a antes de la Ilustración, rechazando las convicciones de la era moderna. Los aspectos positivos de la modernidad deben ser conocidos sin reservas: estamos todos agradecidos por las maravillosas posibilidades que ha abierto para la humanidad y para su progreso que se nos ha dado. La ética científica, además, debe ser obediente a la verdad, y, como tal, lleva una actitud que se refleja en los principios del cristianismo. Mi intención no es el reduccionismo o la crítica negativa, sino ampliar nuestro concepto de razón y su aplicación. Mientras nos regocijamos en las nuevas posibilidades abiertas a la humanidad, también podemos apreciar los peligros que emergen de estas posibilidades y tenemos que preguntarnos cómo podemos superarlas. Sólo lo lograremos si la razón y la fe avanzan juntas de un modo nuevo, si superamos la limitación impuesta por la razón misma a lo que es empíricamente verificable, y si una vez más generamos nuevos horizontes. En este sentido la teología pertenece correctamente a la universidad y está dentro del amplio diálogo de las ciencias, no sólo como una disciplina histórica y ciencia humana, sino precisamente como teología, como una profundización en la racionalidad de la fe.

    Sólo así podemos lograr ese diálogo genuino de culturas y religiones que necesitamos con urgencia hoy. En el mundo occidental se sostiene ampliamente que sólo la razón positivista y las formas de la filosofía basadas en ella son universalmente válidas. Incluso las culturas profundamente religiosas ven esta exclusión de lo divino de la universalidad de la razón como un ataque a sus más profundas convicciones. Una razón que es sorda a lo divino y que relega la religión al espectro de las subculturas es incapaz de entrar al diálogo con las culturas. Al mismo tiempo, como he tratado de demostrar, la razón científica moderna con sus elementos intrínsecamente platónicos genera una pregunta que va más allá de sí misma, de sus posibilidades y de su metodología.

    La razón científica moderna tiene que aceptar la estructura racional de la materia y su correspondencia entre nuestro espíritu y las estructuras racionales que actúan en la naturaleza como un dato de hecho, en el que se basa su metodología. Incluso la pregunta ¿por qué esto tiene que ser así? es una cuestión real, que tiene que ser dirigida por las ciencias naturales a otros modos y planos de pensamiento: a la filosofía y la teología. Para la filosofía y, si bien es cierto que de otra forma, para la teología, escuchar a las grandes experiencias y perspectivas de las tradiciones religiosas de la humanidad, de manera particular las de la fe cristiana, es fuente de conocimiento; ignorarla sería una grave limitación para nuestra escucha y respuesta. Aquí recuerdo algo que Sócrates le dijo a Fedón. En conversaciones anteriores, se habían vertido muchas opiniones filosóficas falsas, y por eso Sócrates dice: «Sería más fácilmente comprensible si a alguien le molestaran tanto todas estas falsas nociones que por el resto de su vida desdeñara y se burlara de toda conversación sobre el ser, pero de esta forma estaría privado de la verdad de la existencia y sufriría una gran pérdida».

    Occidente ha estado en peligro durante mucho tiempo a causa de esta aversión, en la que se basa su racionalidad, y por lo tanto sólo puede sufrir grandemente. Hace falta valentía para comprometer toda la amplitud de la razón y no la negación de su grandeza: este es el programa con el que la teología anclada en la fe bíblica ingresa en el debate de nuestro tiempo. «No actuar razonablemente (con «logos») es contrario a la naturaleza de Dios» dijo Manuel II, de acuerdo al entendimiento cristianos de Dios, en respuesta a su interlocutor persa. En el diálogo de las culturas invitamos a nuestros interlocutores a encontrar este gran «logos», esta amplitud de la razón. Es la gran tarea de la universidad redescubrirlo constantemente.

    [© Copyright 2006 - Libreria Editrice Vaticana]




    31
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-26 11:17

    ¿Llegó algún embajador despierto y en uso de sus facultades mentales al final de ese discurso plúmbeo? Lo dudo.

    Pro, no da el brazo a torcer, los otros le malentendieron los otros no le comprendieron... Todo un ladrillo por no decir que diplomáticamente he metido la pata de mala manera.

    Si además la historia de la Iglesia hubiera ido por esos derroteros de la razón y demás, hasta me lo hubiera creído. Pero el mismo individuo hace poco declaró que el evolucionismo le parecía irracional. Lo cual me dice que lo que el considera razón es algo distinto de lo que los demás consideramos como tal.

    De lo cual concluyo que paso absolutamente de él.

    ¿Por ciento, porqué lo llaman santidad si no ha sido canonizado y ademas está vivo? Ni siquiera Cristo se atrevió a semejante cosa.

    Todavía deben seguir roncando los embajadores. Angelitos.

    Saludos cordiales





    32
    De: Ñosinfoal Fecha: 2006-09-26 17:30

    Hola.

    No te enteras de nada. Ese discurso lo pronunció Su Santidad (ese es el tratamiento usual, para Jesucristo sería totalmente inapropiada) en la Universidad de Ratisbona, en la que fue catedrático de Teología y Rector.
    El discurso a los embajadores, duró cinco minutos.
    La calidad o bondad de un discurso, no se puede calificar por su duración.
    ¿Has encontrado en su discurso esas ofensivas frases contra el Islam, o esas ofensas son, pura y mala interpretación dolosa?

    Saludos.



    33
    De: Teresa Fecha: 2006-09-27 00:35

    Vale, Tosinfoal, dejemos el interminable discurso papal, pero dudo mucho que la activísima Iglesia Católica no tenga en alguna web de cristianos o de alguna parroquia colgado el discursito de marras. No me lo he leído. No tengo tiempo ahora y no me apetece. Pero haya dicho lo que haya dicho sobre el Islam, y reitero que defiendo su derecho a decir lo que crea adecuado, lo cierto es que algunos se quisieron molestar y se molestaron y se ha armado un buen zipizape, por lo que deberá ser más cauteloso de aquí en adelante porque "los infieles que nos llaman infieles" no se andan con chiquitas a la hora de tomarse la justicia por su mano.



    34
    De: Ñosinfoal Fecha: 2006-09-27 02:04

    Hola.
    Pues si lo lees, no encontrarás ninguna ofensa.
    Sí, los islamistas, se han crecido. Para ellos, cualquier disculpa es síntoma de debilidad. Si seguimos así, tendremos que reinventarnos otras Navas de Tolosa, Lepanto y a otro Pelayo, Carlos Martel, o Juan de Austria.
    Europa ha dado y sigue dando muestras de debilidad.
    En lugar de tantas e ineficaces disculpas, hubiera sido mejor ponerse de acuerdo, todos los medios de comunicación, para decir bien alto que en Europa existe libertad de expresión.

    Saludos.



    35
    De: Anónimo Fecha: 2006-09-27 10:50

    Me he equivocado, como estábamos hablando del te y pastas con los embajadores, confundí el texto. A los embajadores no se con que los deleitaría.

    Pero tanta apelación a la razón, cansa y en especial cuando la base de su organización en la fe. El uso de la razón en la Iglesia está severamente restringido. Es una jerarquía no una asamblea democrática.

    Pero en fin, que siga con sus discursos, así se entretiene.

    y yendo a lo práctico, ¿comenzamos la movilización de quintas y nos ponemos a hacer instrucción para contrarresstar las amenzas de fuera?

    Saludos cordiales



    36
    De: Eduardo Fecha: 2006-09-27 10:50

    Me he equivocado, como estábamos hablando del te y pastas con los embajadores, confundí el texto. A los embajadores no se con que los deleitaría.

    Pero tanta apelación a la razón, cansa y en especial cuando la base de su organización en la fe. El uso de la razón en la Iglesia está severamente restringido. Es una jerarquía no una asamblea democrática.

    Pero en fin, que siga con sus discursos, así se entretiene.

    y yendo a lo práctico, ¿comenzamos la movilización de quintas y nos ponemos a hacer instrucción para contrarresstar las amenzas de fuera?

    Saludos cordiales



    37
    De: Golondrino Fecha: 2006-09-27 11:04

    Hoy debo estar fatal, porque vuelvo a coincidir con los planteamientos de Tosinfoal. Esto tengo que hacérmelo ver...

    Yo sí me he leído la lección impartida por SS (perdón, no he intentado hacer un chiste; es la abreviatura de Su Santidad, sin otras connotaciones). Efectivamente, el alegato contra Mahoma es extremadamente marginal, y consiste en una referencia a un texto clásico que. además, sitúa perfectamente en su contexto histórico. Ni siquiera hace, a mi parecer, una extrapolación a la situación actual hablando "ex cathedra", como efectivamente estaba haciendo en ese momento. Lo que sí hace es un llamamiento al diálogo entre culturas, algo "sosechosamente" parecido al diálogo de civilizaciones promovido por ZP y denostado...¡por el PP!.

    Desde luego, no entiendo que podamos hacer burla, crítica, despiece... de todo lo cristiano o católico, y luego tengamos que cogérnosla con papel de fumar cuando hablamos del Islam. ¿Por qué tanto respeto al Corán y tan poco a la Biblia? Muy sencillo: si Ud es Dan Brown y escribe un petardo de los suyos, y alguien se siente ofendido, igual lo pone a parir en los medios o lo denuncia ante los tribunales. Pero si Ud se llama Salman Rushdie y publica unos "versos Satánicos", entonces se tiene que esconder bajo tierra o lo matan. La razón de la fuerza vuelve a imponerse en estos tiempos oscuros, amigos míos.

    Saludos



    38
    De: Ñosinfoal Fecha: 2006-09-27 11:34

    Hola.

    No me extraña que te canse ese discurso, claro, no has encontrado en él ni una sola frase que justifique esa campaña desatada contra el Papa. Todo ha sido "humo de paja" e interpretación ignorante y maléfica.
    Me parece estupendo que comiences esa movilización para contrarrestar las amenazas contra la libertad de expresión que disfrutábamos en Europa y que últimamente está encorsetada y acorbardada. Hay que hacer honor al título de este blog: "Ethica more cybernetica".

    Saludos.



    39
    De: Ñosinfoal Fecha: 2006-09-27 12:13

    Para Golondrino.

    Me sorprende que alguna vez estés de acuerdo conmigo, pues en este blog, raramente alguien lo está. Claro que si no fuera así, ya me hubiese aburrido de contestar una y otra vez. Supongo que si dejara de actuar de contrapunto, tanta unanimidad sería tediosa, insufrible y extinguible. Sea como sea, te doy las gracias porque a pesar de lo dicho anteriormente, tu post, me reconforta.
    No te preocupes, no estás fatal; estás razonable.

    Saludos.



    40
    De: Perspicaz Fecha: 2006-09-27 23:40

    El ejercicio de la razón excluye los apriorismos. Quien se quiera como ser pensante, debe descartar prejuicios.

    Esto significa que no porque algo sea dicho por, e.g. Ñosinfoal o Eduardo (por poner los extremos antagónicos) debe ser descalificado. Uno y otro pueden equivocarse, uno y otro pueden acertar. ¿Por qué pues sorprenderse amigo golondrino de que coincidas en algo con Ñosinfoal? ¿Por qué tentarte la ropa o plantearte que te lo hagan ver cuando llegas a sus mismas conclusiones? Cuando se habla así, no es la razón sino la fe (o la ideología o el prejuicio o la creenia, que para el caso es lo mismo) el que habla.

    Y sí, Ñosinfoal es impagable para animar y hacer interesante estos foros. Si se fuera, todos lo echaríamos de menos: no hay nada más estéril que el discurso monocorde y sin contraste de colores. Lo que echo de más es el discurso sobre-apasionado y la descalificación gratuita que leo en los post de otros.



    41
    De: Ñosinfoal Fecha: 2006-09-28 03:15

    Para Perspicaz.

    "" ejercicio de la razón excluye los apriorismos. Quien se quiera como ser pensante, debe descartar prejuicios.""

    No conozco tu ideología ni me hace falta. Seguro que eres del partido de la razón y la equidad.

    Hacía tiempo que no leía unos lógicos pensamientos tan bien expresados.

    Espero que no pienses que lo escrito anteriormente, es en pago por lo que de positivo opinas sobre mí.

    Saludos.



    42
    De: Teresa Fecha: 2006-09-28 17:57

    La frase "El ejercicio de la razón excluye los apriorismos. Quien se quiera como ser pensante, debe descartar prejuicios.", de Perspicaz, creo que todos la aceptamos. Pero de esa aceptación, cada uno hace de su capa un sayo y maneja a su manera los lugares comunes. Como la perla del "partido de la razón y la equidad" que nos regala el amigo Tosinfoal.

    Como comentario me gustaría añadir que no se deben confundir los prejuicios con las premisas. Un caso es cuando los prejuicios actúan como premisas para razonamientos y conclusiones -y actitudes y comportamientos-. Pero todo razonamiento y todo argumento se basa en unas premisas y veces hay que se tachan a éstas de prejuicios sin que lo sean, pues se basan en experiencia contrastada y probada.



    43
    De: Ñosinfoal Fecha: 2006-09-30 18:06

    Hola.

    Yo interpreto que lo que ha escrito Perspicaz es que para razonar como ser pensante y justo, debe uno abstraerse totalmente de la idiosincracia, ideología y antecedentes de los discutidores y solo contestar guiándose por lo que su interlocutor netamente ha expresado.
    Su consejo, lo tendré en cuenta.

    Saludos.



    44
    De: candy crush soda saga Fecha: 2019-05-17 03:33

    It is just excellent to know this information.



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