Los maestros han salido a la calle a protestar por la violencia en la escuela, en Barcelona. Lo veo en
El País.
Alumn@s que agreden a los profesores (especialmente a las profesoras) y, lo que es peor, padres que también agreden a los profesores cuando éstos han osado llamar la atención de sus hijos o afearles alguna conducta.
La tortilla se ha virado completamente en el mundo escolar. En la dictadura, dominada la educación por siniestras órdenes religiosas del nacional-catolicismo, el maestro reproducía las actitudes y conductas autoritarias y totalitarias del sistema. Cuando la transición y en los primeros años de la democracia, la escuela pública siguió creciendo y su prestigio llegó a superar al de la privada, en la que, por lo general, los padres van comprando los títulos de sus hijos, invirtiendo en las credenciales educativas que les permitirán mantenerse o subir por la escala social. Cuando el PSOE -apoyado por todo el mester de progresía de la educación- aprobó la LOGSE y demás medidas de acompañamiento, la autoridad del profesorado quedó seriamente cuestionada y las decisiones académicas se toman, en última instancia, de forma democrática por la comunidad escolar (padres, alumnos, profesores, pas y gestores).
Cuentan los protagonistas de esta brutal reconversión que ahí empezaron los males que han desembocado en esta situación de incremento de los casos de violencia en los centros escolares. Siguen siendo casos aislados y no la norma, aunque sospecho que no se conocen todos los habidos, pues no siempre saltan a los medios de comunicación.
Hay preocupación con las actitudes, creencias y conductas de un pequeño porcentaje de adolescentes, estudiadas y registradas en los
Informes sobre la juventud española, pues son creencias racistas, machistas y fascistas, actitudes prepotentes y autoritarias y conductas violentas.
¿Quién está educando a la infancia y cómo? Parece que la TV -o alguna otra pantalla como la Gameboy, la Play, etc- es la principal niñera, la fuente de sus modelos de conducta para la asimilación de valores por transferencia emocional. Niños y niñas se identifican con sus modelos, imitan y recrean sus conductas y actitudes, e interiorizan valores y pautas de conducta.
La sociedad "fabrica" a sus ciudadanos o habitantes, pues pone a cada cual el escenario en el que tiene que vivir y llevar a cabo todo lo que la vida conlleva -reproducirse, comer, refugiarse, etc- Las condiciones laborales y de vivienda no invitan a tener hijos y l@s valientes que deciden ser madres y padres se encuentran una situación nueva: sus madres -las abuelas de l@s niñ@s- están trabajando y ya no son amas de casa encantadas de echar una mano a hijos e hijas en la crianza.
La llave, el móvil, la pantalla y la soledad. Retrato de un adolescente urbano. No hay nadie que marque los límites porque no hay nadie.
Es duro ver maestros en la calle quejándose de la violencia en la escuela, incluyendo en esta violencia a los padres y madres, que se supone que son sus aliados en la tarea de educar a sus vástagos (y vástagas ;-)). Pese a los esfuerzos de la Generalitat por restar importancia a los sucesos y reforzar sus defensas, el fenómeno es grave porque la tendencia es creciente y no parece haber manera de atajarlo.
No es la primera vez que salen profesores a la calle a protestar por la violencia escolar en sus varias facetas: el siniestro y cruel acoso escolar o bulling o las agresiones a docentes por padres y estudiantes.
Me parece la noticia más importante del día, pese a la cacareada "revolución demócrata" en los EE.UU. Algo ha avanzado la sociedad cuando las revoluciones ya no precisan sangre y fuego.