Mujeres
Como se han encargado de recordarnos todos los medios de comunicación y todos los partidos y asociaciones cívicas, hoy es el día internacional de las mujeres. Realmente es el de la Mujer Trabajadora, pero este singular adjetivado siempre me ha repateado. Porque no entiendo por qué se singulariza, cuando la Mujer no existe y lo que existe, las que existimos, somos las mujeres, quienes, salvo algunos casos de parasitismo que también se dan entre los hombres y, además, en mayor proporción, las mujeres siempre trabajan, les paguen o no por ello. Por ello, lo de "Trabajadora" ha ido cayendo de la efemérides, para dejarla simplemente en "Mujer".
Pero no hay "Mujer", insisto. Lo que hay son mujeres, muchas mujeres de edades, clases sociales, niveles educativos y profesiones sumamente variadas, aunque todavía existan ámbitos profesionales donde las mujeres están casi ausentes, al igual que están muy poco presentes allí donde se toman las decisiones importantes (en la política y en las empresas) y donde se ganan los sueldos más sustanciosos. Las cúpulas de las instituciones y organizaciones de todo tipo -económicas, políticas, sindicales, culturales, vecinales, etc- siguen estando muy pobladas de corbatas y muy escasas de faldas, como podemos comprobar simplemente echando cuentas sobre las mujeres que presiden parlamentos, gobiernos, cabildos, diputaciones y municipios, que son rectoras de universidades, que presiden consejos de administración y asociaciones empresariales (salvo las de mujeres empresarias) o colegios profesionales, que son líderes o secretarias generales de partidos políticos o sindicatos, por no hablar de las iglesias u organizaciones religiosas.
Más bien, las mujeres siguen siendo las víctimas demasiado abundantes de los asesinatos y la violencia machista. Siguen siendo las que a igual (o más) trabajo reciben menor salario, las que siguen estando en posiciones de subordinación. Las que siguen siendo objeto de acoso sexual. Las que siguen ejerciendo de forma implacable la doble jornada de trabajo -la del mercado y la del hogar-. Las que siguen estando obligadas a ser (o parecer) jóvenes, delgadas y guapas para conseguir cariño y compañía. Las que encabezan las tasas de desempleo, de precariedad laboral y la pobreza.
En fin, que por más que hoy los medios de comunicación estén obligados a informar sobre las desigualdades y discriminaciones de todo tipo que sufren las mujeres en todo el mundo, no deja de ser un hipócrita lavado de conciencia, al igual que los días del medio ambiente, el día sin tabaco, el día del menor o de la lucha contra el cáncer. Cuando se pueda dejar de celebrar un Día de la Mujer, empezaremos a disfrutar de los días, todos, de las mujeres. Y dejará de ser noticia una rectora, una secretaria general de un partido o sindicato, una presidenta de un gran banco o de una multinacional. Y dejará de ser cierta la sentencia de que las mujeres han de demostrar el doble para que les reconozcan la mitad que a los varones.
URL de trackback de esta historia http://cibern-ethica.blogalia.com//trackbacks/47755
5
|
De: Teresa |
Fecha: 2007-03-09 09:58 |
|
Ricardo:
Efectivamente, tal como ha quedado el 8 de marzo, tiene muy poco sentido. Lo de las trabajadoras quemadas ha quedado en el olvido, dado que se ha quitado lo de 'trabajadora' del día, que ahora es sólo de la 'mujer'. Te puede parecer feminismo de salón, qué le vamos a hacer, pero no son tópicos. Son hechos la discriminación salarial, la escasez de mujeres en las cúpulas de todo tipo (incluidas las sindicales), las cifras de asesinadas por sus machistas compañeros sentimentales, las tasas de paro femenino, los tiempos dedicados a las tareas del hogar, etc. A algunos les puede parecer bien, que ha habido un avance respecto al pasado. A otras nos puede parecer que el avance ha sido escaso y que la realidad de los hechos, los datos, sobre la situación de las mujeres muestra que la igualdad que recogen las leyes está muy lejos de ser una realidad. Y que los tímidos avances de las mujeres siguen molestando a muchos varones. También se puede considerar un tópico el hambre y la guerra en África, pero eso no elimina la dureza de los hechos y las cifras.
Cuervo: sí estoy de acuerdo contigo en que las mujeres, sobre todo las más jóvenes, están aplicando a los hombres los mismos raseros que éstos han estado aplicando a las mujeres. Pero aún no he sabido de ningún hombre ingeniero que tenga que disfrazar su título como 'diseñador' para que no se asusten sus ligues y sí conozco casos de ingenieras que dicen ser diseñadoras para que no salgan corriendo los chicos que les gustan.
En fin, no quiero entrar en la famosa 'guerra de sexos'. Prefiero un mundo de personas, de individuos -mujeres y hombres- en igualdad y libertad.
Ya pasó el 8 de marzo y ya se acabó el tema en los medios de comunicación hasta el año que viene. Las realidades de las que cobran menos por el mismo trabajo, las paradas, las agobiadas con la doble jornada, las que tienen que ser excepcionales para acceder a un puesto de decisión, etc, seguirán más o menos igual, avanzando pasito a pasito para que se cumplan las leyes que hablan de igualdad.
|