Un profesor de una escuela de Magisterio (de la Iglesia Católica) adscrita a la
Universidad de Granada, ha sido despedido por "no oir la llamada de Cristo". No sabemos si Cristo lo llamó al móvil y lo tenía apagado o fuera de cobertura o qué hacía en el momento de la crucial llamada.
Josué González, el profesor despedido, está que no se lo acaba de creer y ha denunciado a la Facultad por ir en contra de la Constitución, como se lee en la
prensa. Ganará el pleito, sin duda. Pero lo preocupante es que se puedan producir estos hechos. Ya se habían lucido las autoridades eclesiásticas católicas con el caso de la profesora de religión despedida por "vivir en pecado", pero ahora la cosa es mucho más sutil: no sentir la llamada de Cristo. ¿Cómo se mide el sentimiento de la llamada? Espero que los "telecos" den alguna explicación al respecto.
A ver quién critica ahora a los ayatollah con estos bonitos ejemplos en la civilizada Europa. ¿Volverá la Inquisición Española a aterrorizar a los débiles de fe?