Estuvo en el
Curso sobre Ciencia y Pseudociencias 2008 el profesor
Eudald Carbonell y habló de la necesidad de que emerja una conciencia de especie que permita que la evolución de la especie homo sapiens deje de ser azarosa y pase a ser regida por la lógica y el conocimiento. Casi nada. De no ser así, siendo optimistas, la humanidad puede quedar bastante tocada en sus efectivos, que es una forma metafórica de afirmar que va a morir mucha gente, un 20% de las personas vivas: unos 1.200 millones así a ojo. Puede verse parte de su argumentación en la estupenda
entrevista realizada por Verónica Martín.
Le pregunta a Carbonell:
-¿Qué solución habría para, al menos, no llegar a la extinción total de la hipótesis más negativa?
-Tenemos que empezar a hacer un cambio importante y ponernos a reflexionar sobre lo que conocemos, no como los griegos que lo hacían sobre lo que desconocían. Eso es lo que nos va a salvar del colapso de la especie: la socialización de la conciencia crítica. Hay que recordar que somos la única especie con conciencia creativa que somos capaces de integrar la diversidad con la lógica. La tecnología es lo que logrará evitar esa extinción.
"Socialización de la conciencia crítica". Esa parece ser la vía de solución y pasa por socializar la ciencia y la tecnología. Justo lo contrario de lo que sucede, pues la ciencia y la tecnología cada vez más son privadas y están al servicio de corporaciones multinacionales. Además, el conocimiento, antes un bien público, sólo está al alcance de quien pueda pagarse una educación, al menos en estas latitudes meridionales. Por eso, en España y en Canarias triunfan las supersticiones y las pseudociencias. Seguimos pagando con el dinero público programas infames como Sexta Dimensión -o algo así- que emite
Radio Nacional de España. Este programa no es más malo porque es imposible empeorarlo, pese a las leyes de Peter.
Por otra parte, se ha vuelto a publicar el
Manual de Civismo, de Camps y Giner, que va por la sexta edición, señal de que el tema sigue siendo necesario. No hay relación directa entre el mensaje de Carbonell y el de Salvador Giner y Victoria Camps. Salvo que ambos pretenden que vivamos mejor como humanos evolucionados. Que no es poco. Ambas cosas, sin embargo, requieren que sepamos fabricar humanos no codiciosos, no violentos y no competitivos. Justo lo contrario de lo que sucede: las sociedades actuales fabrican masivamente individuos violentos que luchan sin remilgos por llegar a la cumbre (la que sea).
Civismo y conocimiento científico al alcance de todos. Muy fácil de decir. Muy difícil de hacer en este capitalismo planetario y voraz en el que vivimos.