Suele decirse en los ambientes de gestión que cuando no se quiere arreglar un problema se nombra a una comisión. Y eso es justamente lo que parece haber hecho Izquierda Unida en su Congreso respecto a nombrar un
líder. Señal inequívoca de que no lo hay. Líder, digo.
Hace mucho que no le sigo la pista a Izquierda Unida por razones que no vienen al caso. Pero esta decisión, la dimisión de LLamazares, las tensiones entre comunistas y quienes no lo son, todo el guirigay de sectarismo, traiciones y descalificaciones que suele acompañar a los grupos con poco poder y mucho dogma, hacen prever que la cosa anda de saldo y liquidaciones. La izquierda radical también está en crisis en este tiempo de crisis.
Dicen los que de esto saben, que crisis también significa oportunidad. Comparando los Partidos Comunistas de España y Portugal, llama la atención sus situaciones tan dispares en países con historias tan similares en otras cosas. Uno, el portugués, es una fuerza electoral estable y con sitio para opciones aún más a la izquierda. El otro, el español, lleva años escondido tras la cortina de Izquierda Unida y no ha hecho más que hundirse electoralmente. Hasta el punto de que no tiene a nadie, ni mujer ni hombre, para tirar de ese carro.
¿Ha hecho encuestas el PCE acerca de los posibles escenarios electorales resultado de presentarse con sus siglas y la hoz y el martillo? ¿Alguien sabe si existen? ¿O ellos no usan esos instrumentos de la sociología "burguesa"? ;-))
Eso mismo de "Defendiendo lo imprescindible" suena a ver la botella medio vacía y no medio llena. Y si encima la cuestión se la encargan a una comisión, pues van apañados.